Los hutíes de Yemen abordaron un petrolero griego y colocaron explosivos, amenazando con un derrame de petróleo en el mar Rojo.
Hutíes yemeníes colocan explosivos en el petrolero Sounion
El jueves, los islamistas hutíes en Yemen publicaron imágenes mostrando a sus combatientes abordando un petrolero con bandera griega, conocido como Sounion, y colocando explosivos en su interior. Las explosiones, que aumentaron la amenaza de un derrame de petróleo en el mar Rojo, se produjeron tras un ataque anterior de los rebeldes respaldados por Irán contra el mismo buque. A pesar de las explosiones, la Unión Europea declaró que no se había detectado ningún derrame de petróleo en el Sounion y que ya habían comenzado las operaciones de salvamento.
مشاهد اقتحام وإحراق السفينة اليونانية (SOUNION) في البحر الأحمر والتي قامت الشركة المالكة لها بانتهاك قرار حظر الدخول إلى موانئ فلسطين المحتلة. pic.twitter.com/yGKgUNaIuh
— العميد يحيى سريع (@army21ye) August 29, 2024
En un video difundido por los hutíes, se puede ver a los combatientes coreando su lema mientras detonan las bombas a bordo del petrolero: “Alah es el más grande; muerte a Estados Unidos; muerte a Israel; malditos los judíos; victoria al Islam”. Este incidente se enmarca en una serie de ataques de los hutíes, que buscan interrumpir el comercio marítimo en el mar Rojo, afectando también la entrega de ayuda humanitaria a Sudán y Yemen.
El petrolero Sounion, que transportaba aproximadamente un millón de barriles de petróleo, fue inicialmente atacado el 21 de agosto con armas ligeras, proyectiles y un barco no tripulado. Tras el ataque, un destructor francés de la Operación Aspides de la Unión Europea rescató a la tripulación del Sounion, compuesta por 25 filipinos y rusos, así como a cuatro miembros de seguridad privada, evacuándolos a Yibuti.
La misión naval de la UE asegura que no hay derrames de petróleo
Las imágenes difundidas por los hutíes, que incluyeron música dramática, mostraron a combatientes enmascarados subiendo a bordo del Sounion y colocando explosivos sobre las escotillas que conducen a los tanques de petróleo del barco. En el video se registraron al menos seis explosiones simultáneas. Yahya Saree, portavoz de los hutíes, justificó el ataque en la red social X, afirmando que la empresa propietaria del barco, Delta Tankers, había violado la prohibición de entrada a puertos de la Palestina ocupada.
Los rebeldes yemeníes anunciaron que permitirían a los equipos de salvamento remolcar el Sounion a un lugar seguro. Según la misión naval de la UE en el mar Rojo, no se ha detectado ningún derrame de petróleo desde el Sounion, que ha estado ardiendo a la deriva desde el 23 de agosto. Lars Jensen, director ejecutivo de Vespucci Maritime, declaró en LinkedIn que la situación parece haberse estabilizado, aunque la amenaza persiste.
Los hutíes han hundido dos barcos en los últimos diez meses utilizando drones y misiles contra la navegación comercial en el mar Rojo y el Golfo de Adén. Los rebeldes afirman que sus ataques se dirigen contra buques israelíes y sus aliados, en solidaridad con los palestinos en Gaza, aunque no todos los barcos atacados tenían vínculos claros con Israel o sus aliados.
Preocupaciones por derrames de petróleo y seguridad en el mar Rojo
La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, confirmó que, aunque los barriles de petróleo crudo a bordo del Sounion permanecen intactos, el buque está perdiendo algo de petróleo en el área del impacto y hay múltiples incendios activos en el barco. La decisión de los hutíes de permitir a los equipos de rescate un acceso seguro al Sounion responde a preocupaciones humanitarias y ambientales expresadas por varios países.
Expertos han advertido sobre el riesgo de un derrame devastador de hasta 150.000 toneladas de crudo en el mar Rojo si no se controla la situación. Un derrame de esta magnitud sería significativo en comparación con el mayor derrame registrado desde un barco, el del Atlantic Empress en 1979, que involucró 287.000 toneladas de petróleo.
A pesar de una aparente tregua en las hostilidades, los ataques hutíes continúan representando un peligro para la navegación, las tripulaciones y el medio ambiente en la región. Según Jensen, incluso si se logra remolcar el Sounion y evitar un desastre ambiental, la amenaza sigue latente, ya que decenas de petroleros y otros barcos comerciales siguen operando en zonas de alto riesgo en el mar Rojo y el Golfo de Adén.