Islandia anunció su retirada del Festival de Eurovisión 2026 tras confirmar que Israel competirá en el certamen. Con esta decisión, el país se convirtió en la quinta nación en abandonar el concurso, después de España, Irlanda, Eslovenia y los Países Bajos, que adoptaron posturas similares en los últimos días.
Las retiradas siguieron a la decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de mantener la participación israelí, aprobada por una amplia mayoría de sus miembros junto con un paquete de reformas para mitigar las tensiones generadas por el debate. Según RUV, la emisora pública islandesa, su junta resolvió retirarse porque la inclusión de Israel ha “causado desunión” tanto entre la audiencia como entre los socios de la organización.
“Dado el debate público en este país y las reacciones a la decisión de la UEE tomada la semana pasada, está claro que ni la alegría ni la paz prevalecerán respecto a la participación del RUV en Eurovisión”, declaró la cadena. Añadió que los cambios aprobados por la UER “no son suficientes” y confirmó que había pedido la expulsión de Kan, la emisora pública israelí, solicitud que fue rechazada.
La Embajada de Israel en Noruega, que representa sus intereses también ante Islandia, expresó estar “decepcionada” por la decisión y afirmó que la medida “va totalmente en contra del espíritu de la guerra”. La decisión islandesa era ampliamente previsible, ya que el país ha encabezado los reclamos para excluir a Israel del festival durante los últimos dos años.
En 2019, durante la edición celebrada en Tel Aviv, RUV amenazó con retirarse, aunque finalmente compitió. Su representante, el grupo Hatari, desplegó banderas palestinas durante la transmisión en vivo en señal de protesta, acción por la que la UER impuso una multa a Islandia. Desde su debut en 1986, el país nunca ha ganado el certamen, mientras que Israel, participante desde 1973, lo ha hecho en cuatro ocasiones: 1978, 1979, 1998 y 2018.
Eurovisión conserva una enorme popularidad en Islandia, donde más del 95% del público televisivo sintoniza la final cada año. Tras la retirada islandesa, solo Armenia no ha confirmado su participación en la próxima edición, que se celebrará en Viena en mayo, aunque se espera que lo haga.
En total, 35 países figuran en la lista de concursantes para 2026, frente a los 37 del año anterior en Basilea. Pese a las cinco retiradas, Bulgaria, Moldavia y Rumanía —ausentes por razones económicas— regresarán. Ese mismo miércoles, la emisora pública polaca TVP confirmó su participación y señaló que, aunque es “consciente de la magnitud de la tensión que rodea la próxima edición”, confía en que “Eurovisión aún tiene la oportunidad de volver a ser un espacio lleno de música. Y solo música”.
Durante los últimos dos años, España, Irlanda, Islandia, Bélgica, Eslovenia y los Países Bajos lideraron los pedidos de exclusión de Israel, argumentando su papel en la guerra de Gaza y acusando a Kan de vulnerar las normas del concurso, acusaciones desestimadas por la UER. Bélgica, representada de forma alterna por las emisoras VRT y RTBF, se dividió: la primera rechazó la inclusión de Israel, mientras la segunda confirmó su participación en 2026.
El desempeño de Israel en las votaciones recientes también ha generado controversias. Eden Golan obtuvo el segundo puesto en el televoto de 2024 y Yuval Raphael lideró el voto popular este año. En respuesta, la UER implementó reformas que limitan los votos individuales a 10, reinstauran jurados profesionales en las semifinales, restringen las campañas de promoción y prohíben a artistas y locutores apoyar campañas externas.
