La explosión que sacudió un depósito de armas en Saná, la capital de Yemen controlada por los rebeldes Hutí, respaldados por Irán, fue atribuida a Israel por medios arabes saudíes.
Según la cadena Al-Hadath, de propiedad saudí, misiles golpearon el jueves la entidad que albergaba drones y misiles de precisión. Las Fuerzas de Defensa de Israel se han abstenido de emitir comentarios hasta la fecha.
Por su parte, Hezam al-Asad, figura del buró político de los Hutíes, respaldados por Irán, difundió en Twitter que los vestigios de una bomba de la guerra civil habían provocado la explosión. Al-Asad es conocido por sus sátiras a Israel en hebreo.
Los Hutíes controlan gran parte de Yemen y son miembros de un “eje de resistencia” contra Israel, han ejecutado múltiples ataques con drones y misiles hacia Israel desde que elementos de Hamás cruzaron la frontera con Israel el 7 de octubre, causando la muerte de 1.200 personas, mayormente civiles, y la captura de unas 240. Todos estos proyectiles han sido interceptados por las fuerzas israelíes.
El 19 de noviembre, los Hutíes se hicieron con el control de un carguero vinculado a Israel, el Galaxy Leader, en el mar Rojo, y han amenazado con futuros ataques.
El Reino Unido ha anunciado el despliegue del HMS Diamond, un destructor de clase 45, con el fin de efectuar operaciones para asegurar la libertad de navegación, tranquilizar a los buques mercantes y garantizar el flujo seguro del comercio en la región. Este buque se unirá al HMS Lancaster, que fue desplegado en la zona previamente, junto con tres barcos cazaminas y un buque de apoyo.
Los EE. UU. también han reforzado su presencia naval en Oriente Próximo, posicionando dos grupos de portaaviones en la región. Una nave de guerra de la Marina estadounidense neutralizó un dron en el sur del Mar Rojo el miércoles; el dron fue lanzado desde una zona de Yemen controlada por los Hutíes, según informó el Mando Central del Ejército estadounidense.