El gobierno italiano rechazó haber utilizado software espía para vigilar a periodistas y activistas inmigrantes, aunque se comprometió a colaborar en una investigación sobre posibles “vulnerabilidades” tras el presunto hackeo de al menos siete teléfonos italianos con tecnología de vigilancia de nivel militar.
WhatsApp, de Meta, notificó el 31 de enero a varias personas en la Unión Europea que fueron blanco de ataques con software espía desarrollado por la empresa cibernética israelí Paragon Solutions. Según un comunicado de la compañía, se logró frenar “una campaña de software espía de Paragon dirigida a periodistas y miembros de la sociedad civil”.
El 5 de febrero, tras la publicación del caso en The Guardian, el gobierno italiano confirmó la participación de siete teléfonos italianos y ordenó a la Agencia Nacional de Ciberseguridad investigar. Otros dispositivos afectados corresponden a Bélgica, Grecia, Letonia, Lituania, Austria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Portugal, España y Suecia.
El ministro del Gabinete, Luca Ciriani, declaró en el Parlamento que Italia mantiene desde hace años un contrato con Paragon Solutions para labores de inteligencia contra el terrorismo y amenazas a la seguridad nacional. Sin embargo, aseguró que la legislación fue respetada y negó el uso del software para espiar ilegalmente a periodistas, advirtiendo sobre posibles acciones legales contra quienes afirmen lo contrario.
Ciriani insistió en que la justicia debe determinar el origen de las vulnerabilidades denunciadas y aseguró que los servicios de inteligencia italianos están dispuestos a colaborar en la investigación.