BRUSELAS – Reino Unido y la Unión Europea dijeron el jueves que han llegado a un acuerdo Brexit después de días de intensas negociaciones, aunque aún debe ser aprobado formalmente por el bloque y ratificado por los Parlamentos Europeo y del Reino Unido.
Horas antes de una cumbre de los 28 líderes nacionales de la Unión Europea, el primer ministro británico Boris Johnson twitteó que ambas partes habían llegado a un “nuevo acuerdo” e instó a los legisladores británicos a ratificarlo en una sesión especial el sábado.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, twitteó: “¡Tenemos uno! Es un acuerdo justo y equilibrado para la Unión Europea y el Reino Unido y es una prueba de nuestro compromiso de encontrar soluciones”.
El avance se produjo pocas horas después de que los aliados del gobierno de Johnson en Irlanda del Norte echaran por tierra la idea de que no podían apoyar el proyecto de acuerdo debido a las disposiciones para la frontera irlandesa.
El Primer Ministro necesita todo el apoyo que pueda conseguir para superar cualquier acuerdo en un Parlamento profundamente dividido.
Esto se sumó a la gran ansiedad que reinaba el jueves por la mañana, ya que los últimos asuntos pendientes de los papeles de divorcio fueron resueltos.
Los negociadores técnicos volvieron a entrar en la noche del miércoles para afinar las regulaciones aduaneras y de impuestos sobre las ventas que tendrán que regular el comercio de mercancías entre Irlanda del Norte e Irlanda, donde el Reino Unido y la Unión Europea comparten su única frontera terrestre.
Tras meses de pesimismo sobre el estancado proceso de Brexit, los líderes europeos se han mostrado optimistas esta semana. El presidente francés Emmanuel Macron dijo el miércoles que “quiero creer que se está ultimando un acuerdo”, mientras que la canciller alemana Angela Merkel dijo que las negociaciones estaban “en la recta final”.
Johnson, que asumió el cargo en julio, prometiendo que Reino Unido abandonaría finalmente la Unión Europea el 31 de octubre, pase lo que pase, fue un poco más cauteloso. Comparó Brexit con escalar el Monte Everest, diciendo que la cima estaba a la vista, aunque todavía envuelta en nubes.
El Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte se sumó a esas nubes la madrugada del jueves. La líder del DUP, Arlene Foster, y el jefe parlamentario del partido, Nigel Dodds, dijeron que “no podían apoyar lo que se está sugiriendo en materia de aduanas y consentimiento”, refiriéndose a una afirmación que las autoridades de Irlanda del Norte podrían tener en el futuro.
Tanto los acuerdos aduaneros como los de consentimiento son fundamentales para garantizar una frontera abierta entre Irlanda del Norte del Reino Unido e Irlanda, miembro de la Unión Europea, que es el principal obstáculo para un acuerdo Brexit.
Foster y Dodds dijeron que seguirían trabajando con el gobierno del Reino Unido para conseguir un acuerdo “sensato”. El problema es que cuanto más se alinea Johnson con el DUP, más se aleja de la Unión Europea, dejándolo en la cuerda floja de la política.
Las negociaciones de Brexit han estado aquí antes, aparentemente cerrando un acuerdo que se rompe en el último momento. Pero ha surgido la esperanza de que esta vez sea diferente.