Después de lanzar las reformas constitucionales de mayor alcance desde principios de los años 90, el gobierno ruso parece estar iniciando una campaña de relaciones públicas en la que los ciudadanos piden al actual presidente Vladimir Putin que permanezca en el poder después de 2024.
El martes, en un episodio del canal de televisión Russia 24, Alena Smyslova, subdirectora de la Universidad Estatal de Cherepovets, habló de la idea de ampliar los poderes de Putin.
Durante una reunión con el público, Smyslova preguntó si tendría sentido celebrar elecciones presidenciales en 2024 a la luz del plebiscito constitucional previsto para la primavera de 2020. La votación prevista es una especie de “voto de confianza en la persona que hace las enmiendas”, dijo.
“¿Tiene algún sentido, entonces, celebrar elecciones presidenciales rusas adicionales, si indicamos nuestra posición ahora ya, en esta etapa? Después de votar ahora, podemos extender sus poderes. Y comprenderemos que tenemos seis años de estabilidad por delante, otros seis años de apoyo a proyectos educativos”, explicó.
Smyslova dijo que esto no es su propia idea, los estudiantes han estado haciendo preguntas sobre las enmiendas constitucionales. “Y nosotros, los adultos, debemos entender cómo responder a ellas”, dijo.
Putin respondió afirmando que no propuso las enmiendas para prolongar su propio gobierno. Sin embargo, guardó silencio sobre sus planes para el período posterior a 2024.
“Si celebramos, y espero que suceda dentro del período designado, una votación a nivel nacional, es esencialmente un plebiscito. Es esencialmente una declaración de la voluntad de los ciudadanos. Lo propuse para que estas enmiendas sean adoptadas, o no adoptadas. Si se adoptan, nadie puede decir que hay algo malo aquí. Esta es la forma más alta de democracia… ¿Pero deberían prolongarse los poderes del actual presidente de esa manera? No lo creo. Porque cuando se trata de elegir al jefe de estado, debería hacerse sobre una base alternativa”, dijo Putin.
Añadió que las enmiendas a la constitución han sido “dictadas simplemente por la vida”. “Durante el tiempo que he trabajado como presidente y presidente del gobierno, me ha quedado claro que varias cosas no están funcionando como deberían”, explicó Putin.
A modo de ejemplo, mencionó el gobierno municipal, que en la actualidad no está vinculado directamente al gobierno nacional, pero que se integrará verticalmente en un gobierno unido después de las reformas.
El 23 de enero, la Duma Estatal aprobó en primera lectura un proyecto de ley sobre las enmiendas constitucionales. Según Putin, el plan es implementar las reformas en un período de tres meses.
Como resultado de las reformas, un nuevo órgano de gobierno será consagrado en la constitución rusa, el Consejo de Estado, que ha existido desde el año 2000, pero solo ha tenido funciones de asesoramiento.
Las enmiendas proponen dar al consejo tres tipos de poder que actualmente están en manos del presidente. Éstos son “asegurar el funcionamiento coordinado y la cooperación de los órganos de gobierno del Estado”, “determinar las principales esferas de la política interna y externa de Rusia” y determinar “las esferas prioritarias del desarrollo socioeconómico del país”.
La lista de los poderes del Consejo de Estado y su lugar en la jerarquía del gobierno ruso podría aún ampliarse. De acuerdo con las enmiendas, su estatuto se determinará mediante una ley federal, que se aprobará por separado y para la que no se celebrará ninguna votación nacional.