El enorme asalto de Rusia a Ucrania está proporcionando a las agencias de inteligencia y a los analistas occidentales una rara oportunidad de verificar en directo sus evaluaciones de los puntos fuertes y débiles del ejército ruso sobre el terreno.
La escala del despliegue significa que el equipo militar de Moscú, sus métodos, su doctrina y, especialmente, sus puntos débiles están a la vista, incluso a través de grandes cantidades de datos, imágenes y vídeos de fuente abierta.
“La gente se da cuenta de que lo que imaginaba [sobre la amenaza de este país] no se corresponde con la realidad de este despliegue”, afirma Alexandre Papaemmanuel, profesor del Instituto de Estudios Políticos (IEP) de París.
La guerra de Ucrania está poniendo al descubierto “una logística que no está al día y una coordinación ineficaz” por parte de Rusia, explica a la AFP.
La información disponible públicamente para espías, analistas y expertos sobre la guerra en Ucrania va desde fotos satelitales diurnas y nocturnas de alta calidad de empresas privadas en tiempo casi real hasta imágenes de combates, equipos capturados y supuestas atrocidades rusas publicadas por los defensores y civiles ucranianos.
Los conflictos recientes, como la guerra civil siria, han arrojado un volumen cada vez mayor de datos en línea que son examinados por una creciente comunidad de analistas de la llamada “inteligencia de fuente abierta” (OSINT), así como por espías gubernamentales. Pero el flujo de datos no clasificados procedentes de Ucrania es de una escala diferente.
“Los objetivos de las agencias de inteligencia occidentales y ucranianas son mucho más visibles y accesibles”, afirma Damien van Puyvelde, investigador de inteligencia de la Universidad de Glasgow.
Utilizarán “inteligencia de imágenes, electromagnética y, sin duda, en parte también inteligencia procedente de fuentes humanas”, añade.