Al menos ocho aviones privados de negocios, según Flight Radar, despegaron de Kazajstán en la mañana del miércoles 5 de enero, en medio de protestas masivas, saqueos de los edificios gubernamentales e informes de que las fuerzas de seguridad se unieron a los manifestantes.
Según Ateo Breaking, entre otros, un Bombardier Global 500 con matrícula 9H-AVA, perteneciente al marido de Dinara Nazarbayeva, la hija del primer presidente del país, Nursultán Nazarbáyev, que tras su dimisión en 2019 conservó el título de Elbasy (líder de la nación) y el cargo de presidente del Consejo de Seguridad Nacional, voló desde Almaty en dirección a Kirguistán.
El miércoles, el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, dijo que se había convertido en el jefe del Consejo de Seguridad, que permaneció en silencio durante cuatro días mientras las protestas pasaban de ser disturbios locales en el oeste del país a una revuelta nacional.
El propio Nazarbayev está dispuesto a abandonar Kazajstán para recibir tratamiento médico, según declaró el redactor jefe del Eco de Moscú, Alexei Venediktov, citando una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
Tokayev, que se dirigió a la nación en dos ocasiones, emitió el miércoles una tercera declaración en la que afirmaba que permanecería en la capital, Nur-Sultan, y que tenía la intención de actuar “con la mayor dureza posible” para reprimir las protestas, que, según él, habían sido planeadas por un grupo de conspiradores.
RIA Novosti informó, citando sus fuentes, que Rusia aún no ha visto ninguna razón para pensar en la evacuación del propio Tokayev. “No creemos que la situación sea tan mala como para requerir una medida tan radical. Nuestros datos no apoyan esta información”, dijo.
Sin embargo, alrededor de las 15.00 hora de Moscú, el avión de la compañía aérea Rossiya al servicio del gobierno ruso despegó de Moscú. El Tu-214 con matrícula RA 64251 se dirigía a Kazajstán, pero no tuvo tiempo de aterrizar, porque el aeropuerto de Almaty fue tomado por los manifestantes. El aeropuerto de la ciudad de Aktau tampoco funciona, según informó la compañía nacional Air Astana al canal de televisión Mir 24.
Los canales de Telegram y las redes sociales se llenaron de rumores de que se había enviado a Kazajstán una delegación de las fuerzas de seguridad rusas encabezada por el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev. Sin embargo, el avión especial del FSB – Tu-214PU con número de registro RA-64523, que fue enviado a Bielorrusia en agosto de 2020 en circunstancias similares, sigue en el aeropuerto de Vnukovo en Moscú, según FlightRadar.
El Kremlin ha declarado oficialmente que no había necesidad de interferir en los acontecimientos de Kazajistán, que forma parte tanto de la Unión Económica Euroasiática (UEE) como del bloque militar de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
“Estamos convencidos de que nuestros amigos kazajos pueden resolver de forma independiente sus problemas internos”, declaró el miércoles el portavoz presidencial ruso Dmitry Peskov. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso expresó su apoyo al presidente Kassym-Jomart Tokayev, pero al mismo tiempo calificó de “legítimas” las demandas de los manifestantes.
La Unión Europea hizo un llamamiento a todas las partes para que “muestren responsabilidad y se abstengan de realizar acciones que puedan conducir a una escalada de violencia”.
“Reconociendo el derecho a las manifestaciones pacíficas, la Unión Europea espera que éstas se desarrollen sin violencia” y “pide a las autoridades que sean proporcionadas en el uso de la fuerza para proteger la seguridad y que cumplan con las obligaciones internacionales”, reza el comunicado de la UE.