Un ciudadano libanés, sometido a sanciones por Estados Unidos bajo la acusación de facilitar la transferencia de fondos de Irán hacia el grupo Hamás, fue asesinado en las afueras de Beirut. La Agencia France-Presse (AFP) recibió esta información de una fuente de seguridad que halló el cuerpo de Mohammad Sarur en una villa de Beit Mery, una localidad montañosa.
El cadáver presentaba más de cinco impactos de bala y se encontró junto a una cantidad no especificada de dinero, la cual no fue sustraída por los agresores, según la misma fuente. La Agencia Nacional de Noticias del Líbano identificó al muerto, de 57 años, a través de sus iniciales, coincidentes con las de Sarur, cerca de la mencionada localidad.
La fuente confirmó que Sarur estaba vinculado a instituciones financieras de Hezbolá, el movimiento libanés respaldado por Irán. En agosto de 2019, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a Sarur, entre otros, por canalizar “decenas de millones de dólares” desde la Guardia Revolucionaria de Irán a través de Hezbolá en Líbano hacia Hamás para operaciones terroristas.
Según el Tesoro, Sarur actuó como intermediario entre la Fuerza Quds de los Guardias Revolucionarios de Irán y Hamás, colaborando con miembros de Hezbolá para garantizar la entrega de fondos a las Brigadas Izz-a-Din al-Qassam, el brazo armado de Hamás. Desde 2014, fue señalado como el responsable de todas las transferencias monetarias entre la Fuerza Quds y las Brigadas Qassam.