Tras un largo periodo de vacancia, los parlamentarios libaneses han seleccionado al general Joseph Aoun, jefe del ejército, como nuevo presidente del país.
Esta decisión marca el fin de un vacío de dos años en la presidencia y se considera un paso importante para la estabilidad del Líbano. Aoun, quien ha sido bien recibido por Estados Unidos, toma el cargo en un contexto político marcado por la pérdida de poder de Hezbolá, el grupo respaldado por Irán, luego de la reciente guerra con Israel.
Durante más de 24 meses, el país no había contado con un presidente, y varios intentos previos de elegir uno habían fracasado. La elección de Aoun refleja un cambio en la dinámica política, con una figura que goza del respaldo internacional y se aleja de la influencia de Hezbolá en los asuntos del Estado.