WASHINGTON – Los líderes del Pentágono convocaron esta semana a un grupo asesor clave para discutir los avances de China y Rusia en el espacio y los esfuerzos del ejército estadounidense para proteger y retener el acceso a sus activos en órbita.
El Subsecretario de Defensa para Políticas, Colin Kahl, dijo que las reuniones clasificadas del 6 y 7 de septiembre, anunciadas en un aviso oficial como discusiones sobre el potencial desarrollo de armas espaciales por parte de las naciones adversarias, también se centraron en la creciente dependencia de China del espacio para la inteligencia, la transmisión de datos y las comunicaciones.
Al igual que Estados Unidos, dijo Kahl durante la Conferencia de Noticias de Defensa celebrada el 7 de septiembre en Arlington (Virginia), China está “duplicando” el uso del espacio para la guerra.
“Es difícil tratar a China como la amenaza del paso y no tener una conversación sobre el espacio”, dijo. “Es uno de los dominios donde la competencia es feroz y lo que está en juego es lo más alto”.
La reunión se produce después de que China demostrara el año pasado un vehículo hipersónico y un sistema de bombardeo orbital fraccionado, una capacidad que puede permanecer en órbita el tiempo que el usuario determine y luego desorbitarlo como parte de su trayectoria de vuelo. Esta tecnología, que la Unión Soviética demostró por primera vez en 1969, seguida por China en la década de 1970, es difícil de rastrear para los sistemas de alerta temprana.
Aunque muchos de los detalles de la demostración china de 2021 no están claros, el teniente general Chance Saltzman, nominado por la administración Biden para dirigir la Fuerza Espacial, calificó el año pasado el sistema como “una tecnología muy avanzada”.
Kahl dijo que la demostración del FOBS planteó cuestiones estratégicas clave sobre si los sistemas de alerta temprana de Estados Unidos podrían ser evadidos por este tipo de tecnología.
“En nuestro caso, no creemos que sea así”, dijo. “Creemos que no hay nada que China haya desarrollado que socave los cimientos de nuestra disuasión nuclear, por ejemplo”.
Aun así, según Kahl, Estados Unidos debe seguir invirtiendo en sus sistemas de alerta y seguimiento de misiles basados en el espacio. La Fuerza Espacial espera gastar 24.500 millones de dólares en los próximos cinco años para mejorar esas capacidades. Su presupuesto para el año fiscal 2023 incluye 3.400 millones de dólares para continuar con el desarrollo de satélites y sistemas terrestres de infrarrojos persistentes de próxima generación y 1.200 millones de dólares para satélites de seguimiento de misiles hipersónicos, que pueden viajar a velocidades superiores a Mach 5.
Kahl declinó ofrecer detalles sobre cómo el presupuesto del año fiscal 2024 priorizaría estos sistemas, pero dijo que la preocupación por los avances del adversario estadounidense en la tecnología de misiles hipersónicos y balísticos está impulsando la estrategia de inversión del departamento en esta área.
“Necesitamos una alerta de misiles, un seguimiento de misiles y una defensa aérea y de misiles integrada que tenga en cuenta todos esos [avances], y por eso estamos haciendo inversiones significativas, no sólo en cosas como la actualización de nuestros interceptores para misiles balísticos o la defensa de misiles de crucero, sino también inversiones significativas en la alerta y el seguimiento de misiles basados en el espacio”, dijo.