Los ministros de relaciones exteriores árabes describieron el domingo a la organización libanesa Hezbolá como una «organización terrorista» y anunciaron su intención de acudir al Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la intervención de Irán en la región.
En una conferencia de prensa en El Cairo después de una reunión de ministros de relaciones exteriores árabes, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit dijo que había un consenso entre los estados árabes en contra de la política iraní en la región.
«No estamos declarando la guerra a Irán en esta etapa, estamos tomando medidas graduales», subrayó Aboul Gheit. «Espero que el mensaje llegue a Irán y que cambie su comportamiento en la región».
Acusó a Irán de ser responsable del lanzamiento de misiles desde Yemen hacia las ciudades sauditas en un intento de dañar la seguridad nacional de Arabia Saudita, de interferir en los asuntos internos de los países árabes y de diseminar la destrucción y el odio.
La reunión del domingo de la Liga Árabe se realizó a petición de Arabia Saudita , en medio de las crecientes tensiones entre Arabia Saudita e Irán, su rival regional.
Las tensiones aumentaron luego de que el primer ministro libanés Saad Hariri anunciara su renuncia en un discurso que pronunció desde Riad, citando la influencia de Irán y su representante libanés Hezbolá como una de las razones de su decisión.
Tras su anuncio, Arabia Saudita, que es el rival regional de Irán, dijo que Líbano había declarado la guerra en su contra debido a la «agresión» contra el Reino por Hezbolá.
La solicitud de Arabia Saudita para una reunión de la Liga Árabe se basó en un misil que el reino gobernado por suníes dice que sus defensas aéreas interceptaron cerca de Riad luego de ser despedido de Yemen el 4 de noviembre.
Una coalición encabezada por Arabia Saudita ha estado luchando contra los rebeldes chiítas Houthi en Yemen, y ha acusado a los rebeldes respaldados por Irán de disparar el misil.
Irán ha negado cualquier participación en el ataque con misiles, y el presidente Hassan Rouhani advirtió que el «poder» de la República Islámica evitaría cualquier desafío.