El gobierno de Marruecos anunció la semana pasada que, “actuando bajo instrucciones reales”, creará varias iniciativas nuevas destinadas a fortalecer la comunidad judía en ese país, preservar la conexión cultural e histórica judía y mejorar los vínculos con los judíos de ascendencia marroquí.
El rey Mohamed VI y el príncipe heredero Moulay Hassan recibieron el plan durante un consejo de ministros celebrado el 13 de julio en el palacio real de Rabat.
Según una organización de noticias local, MAP: Agencia de Prensa de Marruecos, el Consejo de Comunidades Judías de Marruecos acogió con satisfacción las nuevas iniciativas, afirmando que “garantizarán la preservación de los valores sagrados del judaísmo marroquí y la rehabilitación y promoción del patrimonio cultural tangible e intangible del afluente hebreo de la rica civilización marroquí”.
Los nuevos organismos, afirma la MAP, incluyen el Consejo Nacional de la Comunidad Judía Marroquí para gestionar “los asuntos de la comunidad” y salvaguardar “el patrimonio cultural y religioso y la influencia del judaísmo, así como sus auténticos valores marroquíes”; la Fundación del Judaísmo Marroquí para “salvaguardar” las tradiciones de la comunidad judeo-marroquí; y la Comisión de los Judíos Marroquíes Residentes en el Extranjero “para consolidar los lazos de los judíos marroquíes residentes en el extranjero con su país de origen, reforzar su influencia cultural y religiosa y defender los intereses supremos del reino”.
Según se informa, los planes se promulgaron en consulta con la comunidad judía de Marruecos, que cuenta con menos de 3.000 judíos de una población total de más de 35 millones.