Unos 2.000 manifestantes pro-Israel se congregaron frente al Ayuntamiento de Ámsterdam, tras la prohibición de hacerlo en la Plaza Dam.
Detalles de la manifestación pro-Israel
- Cancelan protesta en Plaza Dam por razones de seguridad
- Incidentes del 7 de noviembre y la respuesta de las autoridades
- Mensajes de apoyo y cuestionamientos políticos
- Tensiones diplomáticas entre Israel y los Países Bajos
- Un discurso cargado de memoria y advertencias
- Presencia de figuras destacadas y actos simbólicos
- Medidas de seguridad y reacción policial
- Un mensaje de esperanza desde la diáspora
Cancelan protesta en Plaza Dam por razones de seguridad
Unos 2.000 manifestantes pro-Israel se reunieron el jueves frente al Ayuntamiento de Ámsterdam, luego de que la alcaldesa Femke Halsema cancelara la manifestación originalmente prevista en la Plaza Dam. Según Halsema, el lugar no podía garantizar la seguridad necesaria para este tipo de concentraciones.
En las últimas semanas, la céntrica Plaza Dam ha sido escenario de diversas manifestaciones, principalmente a favor de Palestina y con menor afluencia que la registrada el jueves por los proisraelíes. Estas protestas han estado marcadas por tensiones tras los incidentes violentos ocurridos el 7 de noviembre, cuando aficionados del equipo Maccabi Tel Aviv fueron atacados por grupos antisemitas.
El ex político judío Rob Oudkerk expresó su descontento afirmando: “Así es como el ‘nunca más’ se convierte en ‘otra vez’, al ir quitándoles derechos a los judíos poco a poco”. Además, criticó directamente a Halsema por prohibir la entrada a la Plaza Dam a los manifestantes pro-Israel.
Otros oradores durante la protesta cuestionaron la actitud de la alcaldesa, señalando lo que consideraron como falta de voluntad para proteger a los judíos en el corazón de la ciudad. El denominado “triángulo de seguridad” de Ámsterdam, compuesto por el alcalde, el jefe de policía local y el fiscal jefe, justificó la decisión basándose en los disturbios antisemitas recientes.
Incidentes del 7 de noviembre y la respuesta de las autoridades
De acuerdo con informes de las autoridades israelíes, 10 personas resultaron heridas durante los actos violentos ocurridos el 7 de noviembre. Estos hechos, atribuidos a bandas árabes y musulmanas, tuvieron lugar después de un partido entre el Maccabi Tel Aviv y el Ajax de Ámsterdam. Además, cientos de turistas israelíes se refugiaron en sus hoteles, temiendo ser atacados por grupos que gritaban consignas propalestinas y antiisraelíes.
Entre las acusaciones, se señaló la supuesta ausencia de fuerzas de seguridad holandesas, quienes no intervinieron mientras las víctimas eran perseguidas y agredidas por atacantes enmascarados. Esta falta de acción generó preocupación entre la comunidad judía y los simpatizantes de Israel.
Inicialmente, unas 20 organizaciones, lideradas por Cristianos por Israel, protestaron contra la decisión de prohibir la manifestación en la Plaza Dam. Sin embargo, tras negociaciones, aceptaron trasladar la protesta a las inmediaciones del Ayuntamiento de Ámsterdam.
La protesta, realizada en un ambiente festivo, incluyó la presencia de banderas israelíes y mensajes en apoyo al pueblo judío. Cerca de la Stopera, el edificio del ayuntamiento que también alberga una ópera, los manifestantes mostraron su solidaridad junto a una estatua del filósofo holandés Baruch Spinoza.
Mensajes de apoyo y cuestionamientos políticos
Durante la protesta, pequeños grupos de contramanifestantes se mantuvieron a distancia de los manifestantes pro-Israel. La mayoría de los asistentes llegaron desde regiones rurales de los Países Bajos, conocidas como el cinturón bíblico, y se les unieron judíos locales de Ámsterdam.
El ministro protestante Klaas-Jelle Kaptein, de la ciudad de Urk, declaró: “Mi salvador [Jesucristo] era judío, los apóstoles eran judíos, la Biblia es un libro judío. El antisemitismo y el antisionismo son profundamente anticristianos”. Sus palabras reflejaron el apoyo de sectores religiosos a la comunidad judía.
Por su parte, el rabino local Yanki Jacobs planteó preguntas sobre el futuro de los judíos en los Países Bajos, vinculándolo al compromiso de la sociedad holandesa en combatir el odio. Jacobs afirmó: “Si la sociedad holandesa tiene la fuerza suficiente para luchar contra el odio, mi respuesta es un rotundo ‘sí’. Pero necesitamos gente que se pronuncie”.
Los asistentes llevaron carteles con mensajes como “Nunca más” y “Alto a los cazadores de judíos”, denunciando la violencia y el antisemitismo reciente. Algunos participantes también mostraron mensajes irónicos dirigidos a políticos como el primer ministro Benjamin Netanyahu, en respuesta a las tensiones diplomáticas entre Israel y los Países Bajos.
Tensiones diplomáticas entre Israel y los Países Bajos
En el contexto de la protesta, se destacó una pancarta que decía: “Benjamin Netanyahu, bienvenido a Urk”, en alusión a una polémica declaración del ministro de Asuntos Exteriores holandés, Casper Veldkamp. Este afirmó que Holanda cumpliría con la orden de arresto de la CPI contra Netanyahu si este llegara al país, lo que generó críticas.
La controversia aumentó cuando Veldkamp se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, apenas un día después de emitir dicha declaración. Este gesto fue considerado hipócrita por figuras políticas como Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad.
Además, un viaje de Veldkamp a Israel fue cancelado la semana pasada. Según el gobierno israelí, la decisión fue tomada unilateralmente por el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, tras las declaraciones de Veldkamp en apoyo a la CPI.
En la manifestación del jueves, también ondearon banderas persas de opositores al régimen iraní, quienes expresaron su solidaridad con Israel y se unieron a las voces en contra del antisemitismo.
Un discurso cargado de memoria y advertencias
El momento más conmovedor de la protesta fue el discurso de Deborah Maarsen-Laufer, sobreviviente del Holocausto y la más joven del campo de concentración nazi de Ravensbrück. Nacida en febrero de 1942, Maarsen, conocida como “Borrie” en la comunidad judía holandesa, contó con tres minutos para compartir su mensaje, un tiempo que aprovechó para transmitir la importancia de recordar y actuar contra el antisemitismo.
“En tres minutos pueden pasar muchas cosas. Tres minutos bastaron para que los nazis nos sacaran a mis padres, a mis hermanas y a mí de nuestra casa hace 80 años”, expresó. También mencionó: “El 7 de octubre, tres minutos bastaron para convertir en un infierno un lugar donde los jóvenes bailaban. Y tres minutos también bastaron para que unos jóvenes en patinetes cazaran judíos en nuestro Mokum”, refiriéndose al apodo tradicional de Ámsterdam, derivado del término hebreo “makom”, que significa lugar.
Su mensaje fue una llamada a la reflexión en un contexto de creciente antisemitismo. Recordó cómo algunos adoptan actitudes pasivo-agresivas hacia los judíos o prefieren ignorar los hechos, mientras agradeció profundamente a quienes eligen expresar solidaridad y apoyo.
Presencia de figuras destacadas y actos simbólicos
Entre las personalidades que asistieron a la manifestación se encontraba Lenny Kuhr, ganador judío holandés del concurso de Eurovisión de 1969. Kuhr, quien ha incrementado su defensa de Israel, declaró a The Times of Israel: “En estos tiempos históricos antisemitas, es invaluable que haya quienes muestren su afecto sin reservas”.
Kuhr ha enfrentado controversias debido a su apoyo a Israel, como cuando un teatro en Leiden le negó actuar en marzo por considerar que “gente como ella apoya abiertamente el genocidio”. Durante la protesta, la cantante interpretó parte de su reciente canción “Light” (Luz), dedicada al pueblo judío y al fortalecimiento de los lazos entre las comunidades.
En el evento, la presencia de banderas israelíes y mensajes de apoyo simbolizó la resistencia contra el odio. Sin embargo, la protesta también atrajo a un grupo de unos 15 contramanifestantes, quienes, portando kufiyas y en su mayoría enmascarados, gritaron consignas como “abajo el sionismo” desde el otro lado del río Amstel.
Los contramanifestantes intentaron acercarse afirmando que eran opositores al antisemitismo, pero fueron rápidamente contenidos y dispersados por la policía, algunos agentes montados a caballo. Estos incidentes fueron aislados y, en general, la manifestación transcurrió sin mayores enfrentamientos.
Medidas de seguridad y reacción policial
La alcaldesa Femke Halsema había prohibido previamente una contraprotesta de mayor envergadura, dado que jóvenes de extrema izquierda y musulmanes habían atacado a cristianos pro-Israel en una conmemoración de la masacre del 7 de octubre de 2023 en Israel. Durante la protesta del jueves, no se observaron grandes grupos de jóvenes musulmanes y las tensiones con los contramanifestantes fueron limitadas.
La policía actuó para dispersar rápidamente a los opositores y evitar altercados. La multitud pro-Israel mantuvo un comportamiento respetuoso y, al finalizar el evento, numerosos manifestantes agradecieron a los agentes de seguridad mientras abordaban autobuses para regresar a sus ciudades de origen.
El ambiente general fue pacífico y la manifestación concluyó como una muestra de solidaridad hacia los judíos holandeses y el pueblo israelí.
Un mensaje de esperanza desde la diáspora
Entre los participantes de la protesta, destacó el testimonio de un hombre identificado como David, refugiado de Alepo, Siria, cuyo nombre de nacimiento era Dawud. David contó que llegó a los Países Bajos en 2014 y se convirtió al cristianismo. Con una bandera israelí en mano, expresó: “Estoy aquí para apoyar al pueblo judío, ellos son la nación de Dios”.
El refugiado también compartió un mensaje dirigido a los ciudadanos de los países vecinos de Israel: “¡Amen, no odien!”.