Miles de individuos se congregaron en varias ciudades europeas para condenar el antisemitismo y expresar su apoyo a Israel, exigiendo la liberación de rehenes por grupos terroristas.
En un acto de solidaridad que resonó a través de las fronteras, miles de personas se unieron en vigilias en ciudades como Berlín y Londres para oponerse firmemente al antisemitismo y brindar su apoyo incondicional a Israel, en medio de la reciente crisis con grupos terroristas en Gaza. Estas concentraciones masivas también sirvieron para pedir la liberación de los rehenes capturados por Hamás y otros grupos afiliados durante los ataques del pasado 7 de octubre.
En contraste, se llevaron a cabo manifestaciones propalestinas en París y otros lugares, donde los participantes clamaron por un cese al fuego y asistencia para los habitantes de Gaza, mostrando la diversidad de posturas frente al conflicto actual.
Durante la vigilia en Berlín, algunos participantes frente a la Puerta de Brandemburgo ondeaban banderas israelíes y mostraban carteles con imágenes de los rehenes tomados durante la masacre de principios de mes, donde más de 200 personas fueron brutalmente capturadas. En respuesta a la situación, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, expresó su consternación: “Es insoportable que los judíos vuelvan a vivir hoy con miedo, precisamente en nuestro país. Cada ataque contra judíos, contra instituciones judías, es una vergüenza para Alemania. Cada ataque me llena de vergüenza y rabia”.
El antisemitismo ha visto un alarmante resurgimiento, como lo demuestra la inauguración de una nueva sinagoga en Dessau y la reacción del canciller alemán, Olaf Scholz, quien se declaró “indignado” por la escalada de violencia y odio. En Berlín, se han reportado actos vandálicos en residencias judías y ataques directos contra lugares de culto, incluido un incidente reciente en el que se arrojaron cócteles molotov contra una sinagoga.
En Londres, una vigilia similar tuvo lugar en Trafalgar Square, donde los asistentes exigieron el retorno seguro de los rehenes. Personalidades políticas de alto perfil, incluidos miembros del Partido Conservador y del Partido Laborista, se presentaron para ofrecer palabras de condena y solidaridad. Michael Gove, secretario de Comunidades, describió la masacre perpetrada por Hamás como un acto de “maldad y barbarie sin parangón”.
El Gran Rabino Ephraim Mirvis también habló, destacando el apoyo recibido por parte de diversas entidades y criticando a aquellos que optan por permanecer en silencio. Su mensaje hizo hincapié en la clara distinción moral en el conflicto, señalando: “A veces oímos hablar de ambos bandos o de dos bandos. Pero nosotros mismos sabemos que, en efecto, hay dos bandos: uno es el bien y el otro es el mal. Israel utiliza sus fuerzas para proteger a sus ciudadanos, mientras que Hamás utiliza a sus ciudadanos para proteger a sus fuerzas”.
Estos eventos se producen en el contexto de una escalada significativa en la violencia después de que unos 2.500 terroristas, en un ataque coordinado, irrumpieran en Israel desde Gaza, asesinando a aproximadamente 1.400 personas y tomando a cientos como rehenes, lo que ha intensificado la situación en la región.
La toma de comunidades fronterizas por terroristas incluyó la masacre de civiles, incluidos hombres, mujeres, ancianos y niños. Familias enteras fueron ejecutadas, y más de 260 personas fueron brutalmente asesinadas durante un festival al aire libre.
En respuesta a estos horrores, el domingo, cientos se reunieron frente a las oficinas de las Naciones Unidas en Ginebra exigiendo la liberación de rehenes. Con predominio de banderas israelíes, y algunas suizas y alemanas, los participantes mostraron mensajes como “Los niños no son moneda de cambio” y camisetas que proclamaban “#SetThemFree”.
Simultáneamente, alrededor de 4.500 manifestantes propalestinos se reunieron en Lausana, como informó la policía local. Estos eventos reflejan la creciente preocupación global, evidenciada por el incremento de tensiones y actos de odio. Según la Policía Metropolitana de Londres, los delitos antisemitas reportados en octubre aumentaron trece veces en comparación con el año anterior, y los crímenes antimusulmanes se duplicaron.
El escenario en Londres fue similar, con 100.000 manifestantes propalestinos, según estimaciones policiales, exigiendo que Israel cese su contraataque en Gaza. El objetivo declarado de Israel es desmantelar la infraestructura de Hamás y eliminar su presencia en la Franja de Gaza, insistiendo en su intento de minimizar las bajas civiles.
Según fuentes en Gaza, la ofensiva ha resultado en más de 4.600 muertos palestinos, mayoritariamente civiles. Sin embargo, esta información, proporcionada por autoridades controladas por Hamás, no ha podido ser verificada independientemente y podría incluir a miembros armados del grupo terrorista y víctimas de cohetes que no alcanzaron sus objetivos, incluyendo un incidente en un hospital. En este contexto, Israel mantiene que sus operaciones han eliminado a aproximadamente 1.500 terroristas.
Mientras tanto, en Francia, miles se manifestaron en París en solidaridad con los palestinos. La multitud, estimada por la policía en 15.000 personas, portaba banderas palestinas y pancartas pidiendo un cese al fuego, evidenciando la resonancia global de la crisis en Medio Oriente.
Los organizadores, que incluyen grupos palestinos y musulmanes, asociaciones pacifistas, sindicatos de trabajadores y estudiantes, y partidos políticos, han unido sus voces para condenar los ataques de Hamás y solicitar un “alto el fuego total e inmediato” en Gaza.
En París, Sarah Alaoui, una estudiante de 23 años, expresó su apoyo: “La ayuda humanitaria no es suficiente. Los palestinos necesitan poder vivir una vida decente y tener su propio Estado”. La manifestante Nicole Pomier agregó que el derecho a protestar pacíficamente es esencial, refiriéndose a las tentativas iniciales de prohibir las manifestaciones. Mientras tanto, en Francia, grupos judíos organizaron una concentración propia para exigir la liberación de los rehenes de Hamás.
Bruselas no fue la excepción; alrededor de 12,000 manifestantes se presentaron frente a las instituciones de la Unión Europea, convocados por una diversidad de grupos que van desde sindicatos hasta organizaciones cristianas. Manifestaciones similares tuvieron lugar en Sarajevo, Belgrado y Podgorica. En Sarajevo, el médico palestino Nabil Naser denunció la situación en Gaza como un “desastre humano” y un “castigo colectivo”.
En Kuala Lumpur, más de 3,000 personas se congregaron en una manifestación denominada “Libertad para Palestina”. Munir Izwan, un jubilado local, criticó la inacción de los países vecinos: “Incluso en las enseñanzas islámicas, los vecinos más cercanos son los que más deben ayudar a conseguir la paz entre las dos partes”.