En la ciudad siberiana de Novosibirsk se descubrió un avión de ataque no tripulado que parecía ser un nuevo vehículo de combate aéreo no tripulado Okhotnik (Hunter) de Rusia.
En las instalaciones de la planta de la Asociación de Producción de Aviones de Novosibirsk (NAPO, por sus siglas en inglés) se avistaron aviones de ataque avanzados de Rusia. Un nuevo avión de ataque no tripulado, sigiloso, ahora en pruebas de pista en NAPO en Novosibirsk.
De acuerdo con una fuente local, las operaciones de prueba de carrera terrestre restringidas con éxito del Okhotnik marcan un hito importante antes del primer vuelo, que se espera a principios de 2019.
Los medios estatales de Rusia declararon que un contrato para desarrollar el avión de ataque furtivo no tripulado Okhotnik con un peso de 20 toneladas fue firmado entre el Ministerio de Defensa de Rusia y la Compañía de Aeronaves Sukhoi en 2011.
“El trabajo en el pesado vehículo aéreo no tripulado de largo alcance está en la etapa final. En particular, se ha completado el trabajo para crear un prototipo que comenzará los vuelos de prueba este año”, informó el TASS.
“El trabajo se está llevando a cabo en la planta de aviación Chkalov con sede en Novosibirsk (parte de la compañía de aviones Sukhoi)”, agregó la fuente.
El nuevo avión de ataque no tripulado furtivo Okhotnik de Rusia tiene una forma de “ala delta”, lo que lo hace similar al avión no tripulado de reconocimiento estadounidense RQ-170 o al chino Tian Ying.
Según Popular Mechanics, se espera que Okhotnik esté hecho de materiales compuestos y que el exterior tenga un revestimiento anti-radar. Todo este trabajo para hacer que el Hunter sea invisible para el radar significa que almacenará bombas y misiles guiados con precisión internamente, para evitar comprometer su señal de radar con armas colgando del vientre y las alas.