La Casa Blanca expresa su indignación ante los “informes creíbles” de funcionarios ucranianos de que el personal de la clausurada central nuclear de Chernóbil ha sido tomado como rehén por tropas rusas.
La secretaria de prensa Jen Psaki dijo el jueves que “lo condenamos y pedimos su liberación”.
Psaki dice que Estados Unidos no tiene una evaluación sobre el estado de la planta, donde la radiactividad sigue filtrándose décadas después del peor desastre nuclear de la historia. Pero dice que la toma de rehenes podría obstaculizar los esfuerzos para mantener la instalación nuclear y es “increíblemente alarmante y muy preocupante.”
Psaki habló después de que Alyona Shevtsova, asesora del comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, escribiera en Facebook que el personal de la planta de Chernóbil había sido “tomado como rehén” cuando las tropas rusas tomaron las instalaciones.