El Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, habló el lunes sobre las nuevas medidas de EE.UU. contra la Corte Penal Internacional (CPI) “en los próximos días”, dejando caer indicios de que la represalia podría ir más allá de la revocación de los visados y la imposición de sanciones financieras.
En una entrevista con el American Enterprise Institute, Pompeo dijo: “Verán en los próximos días una serie de anuncios no solo del Departamento de Estado, [sino] de todo el gobierno de los Estados Unidos, que intentan hacer retroceder lo que la CPI está tramando. Creo que la CPI y el mundo verán que estamos decididos a evitar que los estadounidenses y nuestros amigos y aliados en Israel y en otros lugares sean arrastrados por esta corrupta CPI”.
La administración Trump rescindió previamente el visado de la Fiscal Jefe de la CPI, Fatou Bensouda, para viajar a los EE.UU. y ha amenazado explícitamente con otras medidas, incluidas las sanciones.
No está claro hasta dónde podrían extenderse las posibles medidas financieras estadounidenses, y si solo a las cuentas dentro de los EE.UU. o también para presionar a los aliados europeos en relación con el personal de la CPI.
Estas medidas contra el personal de la Corte Penal Internacional se adoptaron en respuesta a su posición contra los Estados Unidos por las presuntas torturas infligidas a detenidos en el Afganistán en 2003-2004, así como a la presión de Bensouda para que se investigue a fondo la comisión de “crímenes de guerra” contra los israelíes en relación con los poblados judíos y la guerra de Gaza de 2014.
El calendario también vincula la decisión de la Corte Penal Internacional con una posible decisión de Israel, apoyada por los Estados Unidos, de aplicar la soberanía israelí en partes de Judea y Samaria en julio.
Pompeo subrayó que ni los Estados Unidos ni Israel son partes en el Estatuto de Roma, que estableció la Corte.
El secretario de Estado también ha enfrentado la presión bipartidista para defender a Israel de cualquier investigación de la CPI.
Cientos de legisladores tanto del Senado como de la Cámara de Representantes enviaron una carta a mediados de mayo pidiendo a Pompeo que impidiera la “politización” y el “mal uso” de la CPI contra Israel.
Alemania, la República Checa, Hungría, Australia, Austria, el Brasil y Uganda presentaron escritos jurídicos ante la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte Penal Internacional pidiéndole que vetara la decisión de Bensouda de seguir adelante contra Israel. Esa decisión no se espera antes de julio y podría prolongarse durante meses en el futuro, ya que los magistrados siguen las reacciones diplomáticas a cualquier posible medida de anexión israelí.
El Primer Ministro Benjamin Netanyahu ha calificado a la Corte Penal Internacional de “rara amenaza estratégica”, calificando a la Corte como el último ejemplo de organizaciones internacionales parcializadas contra Israel.
La Fiscalía de la Corte Penal Internacional ha respondido que es objetiva, señalando que también está investigando a Hamás por crímenes de guerra y que su decisión no fue precipitada, sino que se produjo después de más de cinco años de recibir información de ambas partes.