Se espera que el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo llegue a Israel la próxima semana, según confirmaron el miércoles algunas fuentes.
La visita diplomática será la primera desde que Israel cerró sus fronteras a los extranjeros debido a la pandemia de coronavirus.
La llegada de Pompeo viene después de su declaración del mes pasado de que sería la decisión de Israel si aplicar su soberanía sobre Judea y Samaria o no.
“Trabajaremos estrechamente con ellos para compartir con ellos nuestras opiniones sobre esto en un entorno privado”, dijo en una reunión informativa del Departamento de Estado.
Esta semana, el embajador de EE.UU. en Israel David Friedman aclaró las condiciones para el apoyo de Estados Unidos a Israel aplicando la soberanía a todos los poblados, sitios bíblicos y el Valle del Jordán. La primera es la finalización de un mapa por el comité conjunto de EE.UU. e Israel, que comenzó a trabajar en febrero. Friedman dijo que el comité se reunió en las últimas semanas. Está en camino de terminar el mapa, pendiente de “llamadas de juicio en la corte de Israel”, para el 1 de julio, la fecha que Netanyahu fijó para la anexión en su acuerdo de coalición con el líder azul y blanco Benny Gantz.
La segunda condición, sobre la que ha habido cierta confusión, es simplemente que Netanyahu demuestre que está comprometido con el plan de paz del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump y todo lo que éste implica, incluyendo la congelación de la actividad de poblados fuera del 30% de Judea y Samaria delineado por el comité de mapeo, y que exprese su voluntad de negociar con los palestinos para formar un Estado en el resto de Judea y Samaria.
“Netanyahu necesita comunicar eso a Abu Mazen”, dijo Friedman al Post el martes, refiriéndose al presidente de la AP. “La expectativa es que el primer ministro esté de acuerdo en negociar, y si los palestinos aparecen, negociará de buena fe basado en este plan”.
“No veo esto como nada más que un compromiso del primer ministro”, añadió el embajador.
Friedman aclaró aún más: “A medida que se forme un nuevo gobierno, sería apropiado que [el apoyo al plan Trump] sea reabierto por el líder, y luego proceder de buena fe sobre esa base”.
El apoyo de Estados Unidos a la soberanía sobre poblados no depende de la respuesta palestina a la voluntad de Netanyahu de mantener conversaciones.
No sería necesario un voto en el gabinete o en la Knesset para permitir un Estado palestino a menos que algo salga de la negociación.