El primer ministro francés, Edouard Philippe, y su gobierno dimitieron el viernes, ya que el presidente Emmanuel Macron cumplió la promesa de reinventar su administración y recuperar a los votantes desilusionados antes de una posible reelección en el 2022.
Macron está reformando su gobierno mientras Francia se enfrenta a la más profunda depresión económica desde la Segunda Guerra Mundial, una fuerte caída que reducirá la economía en alrededor de un 11% en el 2020 y revertirá los duramente luchados avances en materia de desempleo.
Los inversores estarán atentos para ver si el Ministro de Finanzas Bruno Le Maire, que ha supervisado las reformas para liberalizar la economía y ha gastado mucho para mantener a flote compañías como Air France y Renault durante la crisis, mantiene su trabajo.
“El regreso de las vacaciones de verano será difícil, debemos prepararnos”, informó Macron a los periódicos regionales en una entrevista publicada a última hora del jueves.
La oficina de Macron anunció que un sustituto de Philippe sería nombrado en pocas horas. Una fuente familiarizada con el pensamiento de Macron señaló que el presidente no volvería a nombrar a su primer ministro, como puede suceder a veces en las reorganizaciones francesas.
Las preguntas sobre el trabajo de Philippe han girado desde mediados de junio cuando Macron, cuyo mandato tiene menos de dos años, declaró que quería refundir su presidencia mientras Francia emerge de la crisis del coronavirus.
“Una nueva fase comienza con nuevos talentos y nuevas formas de dirigir el gobierno”, afirmó un funcionario del Elíseo a Reuters.
“NUEVO CAMINO”
Macron y Philippe cenaron juntos el miércoles y se reunieron el jueves. La fuente del Elíseo describió las discusiones del jueves como cálidas y amistosas. Ambos coincidieron en “la necesidad de un nuevo gobierno que encarne la siguiente fase, un nuevo camino”, indicó el ayudante.
El mes pasado, Macron había declarado su deseo de empezar de nuevo mientras Francia se embarca en una delicada y costosa recuperación de su caída del coronavirus. Luego vino la nefasta actuación de su partido en las elecciones municipales nacionales del 28 de junio.
Las elecciones locales revelaron un creciente apoyo al partido Verde y subrayaron los problemas de Macron con los votantes de izquierda. Su partido, La Republique en Marche, no logró ganar ni una sola ciudad importante, lo que privó al presidente de una base de poder local antes del 2022.
La victoria más notable fue el propio éxito de Philippe en su viejo reducto de Le Havre y su dimisión le allana el camino para convertirse en alcalde del puerto del norte, de donde podría surgir como rival de Macron en dos años.
Las cajas de cartón fueron entregadas a las oficinas del primer ministro minutos después de que se anunciara la dimisión del gobierno.
Macron se arriesga a sustituir a Philippe, más popular que el presidente, según los analistas políticos. El primer ministro se mantuvo leal durante las olas de disturbios y rara vez salió de la sombra de su jefe.
Pero mantener a Philippe también habría sido problemático, sugiriendo que Macron era demasiado débil para dejar ir a su primer ministro y que su partido carecía de la profundidad necesaria para llevar a cabo una revisión completa del gabinete.