Un archivo de 117 documentos filtrados del sistema de salud chino confirma aún más las continuas acusaciones de que el gobierno chino ocultó deliberadamente la aparición de un nuevo virus a finales de 2019 y tomó medidas para evitar que el mundo exterior se enterara de la amenaza que representaba.
Los documentos, tomados del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la Provincia de Hubei en China, fueron entregados a la CNN por un hombre que se describió a sí mismo como un “trabajador sanitario chino”.
Entre los datos incluidos en los documentos están las estadísticas reales de las tasas de morbilidad, en comparación con las estadísticas publicadas para su publicación internacional.
Por ejemplo, el 10 de febrero, cuando China informó de 2478 nuevas infecciones de coronavirus, el número real de infecciones fue de 5918, más del doble de la cifra oficial publicada.
De manera análoga, el número de muertes causadas por el virus, según se informó en la provincia de Hubei, también fue significativamente inferior al número publicado. El 7 de marzo, el gobierno chino informó de 2.986 muertes relacionadas con la epidemia, mientras que la cifra real fue de 3.456.
Los documentos también revelan que incluso cuando China presentó los datos al resto del mundo, se retrasó debido a varios factores, entre ellos el hecho de que, hacia el comienzo de la epidemia, las autoridades chinas tardaron un tiempo excepcionalmente largo en diagnosticar a los portadores, 23 días en promedio. También le llevó a China mucho tiempo aumentar el número de pruebas que realizaba, debido a la falta de equipo de protección personal, que posteriormente se rectificó.
Según los documentos, también se suprimieron por completo ciertas estadísticas, entre ellas el hecho de que seis trabajadores de la salud de la provincia de Hubei habían muerto de complicaciones relacionadas con el coronavirus antes del 10 de febrero. Sus muertes nunca se registraron oficialmente.
La administración Trump ha acusado sistemáticamente tanto a China como a la Organización Mundial de la Salud de colaborar para ocultar el brote y el alcance de la epidemia en sus primeros días, lo que ha provocado un retraso mundial en los intentos de prevenir la propagación del coronavirus que casi con toda seguridad ha costado vidas. El martes, el director general adjunto saliente del Ministerio de Salud de Israel, el profesor Itamar Grotto, dijo a los medios de comunicación que habló con el jefe de la OMS en enero de 2020 y que ya entonces la organización era consciente de que China estaba tratando de ocultar el alcance de la pandemia.