Las relaciones de Rusia con los países de la OTAN se han vuelto “penosas”, las posibilidades de cooperación con la Unión Europea se están “estrechando”, la interacción con Estados Unidos se encuentra “en un estado insatisfactorio” después de la expulsión de los diplomáticos rusos, que imposibilitó el funcionamiento normal de las embajadas rusas, dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, al intervenir en la junta del Ministerio de Asuntos Exteriores.
No hace mucho tiempo, las relaciones entre Rusia y los países occidentales, incluido Estados Unidos, “eran simplemente únicas”, éramos casi aliados, recordó Putin. Pero la situación ha cambiado drásticamente, y la culpa de ello, según Putin, es exclusivamente de Occidente. La OTAN ha llevado a cabo “varias oleadas de expansiones”, y la infraestructura del bloque se encuentra cerca de las fronteras rusas. Sus sistemas de defensa antimisiles están desplegados en Rumanía y Polonia, que, según Moscú, pueden ser utilizados con fines de ataque.
“Los socios occidentales agravan la situación al suministrar a Kiev armas modernas y letales, realizando maniobras militares provocativas en el Mar Negro. En cuanto al Mar Negro, esto generalmente va más allá de ciertos límites. Los bombarderos estratégicos vuelan a una distancia de 20 kilómetros de nuestra frontera estatal y, como saben, llevan armas muy graves”, dijo Putin.
La Unión Europea, según Putin, sigue “apartándonos con sanciones, acciones inamistosas y acusaciones infundadas”, y Estados Unidos lleva cinco años siguiendo una “línea provocadora”, practicando amplias prohibiciones de entrada y restricciones a los diplomáticos rusos.
“Nuestra propiedad en Estados Unidos fue confiscada en violación de todas las normas y reglas internacionales. Fue una violación flagrante. Nos quitaron la propiedad, y eso es todo”, se indignó Putin.
Rusia, dijo, expresa constantemente su preocupación por diversas “líneas rojas”, pero la actitud de los socios occidentales era, “por decirlo suavemente, muy superficial”.
Sin embargo, la situación ha empezado a cambiar recientemente. Las advertencias han producido un cierto efecto, dijo Putin.
“Ha surgido una cierta tensión allí. Y en este sentido, veo dos puntos. En primer lugar, es necesario que este sentimiento [de miedo] se mantenga en ellos en la medida de lo posible. Y en segundo lugar, es necesario plantear la cuestión, Serguéi Víktorovich (Lavrov), sobre cómo asegurar que Rusia tenga garantías serias a largo plazo para la seguridad en esta dirección”, se dirigió Putin al ministro de Asuntos Exteriores.
“Rusia no puede existir así y pensar constantemente en lo que puede pasar allí mañana”, añadió.
Putin no ve la culpa de Rusia en el colapso de las relaciones con Occidente. Según él, Rusia es un país amante de la paz que se compromete a desarrollar asociaciones “con todos los países y asociaciones regionales”, dijo Putin.
“No necesitamos conflictos”, subrayó, y puso como ejemplo de cooperación interestatal eficaz las relaciones con “los vecinos y amigos de la República Popular China”.
“Ahora las relaciones bilaterales (con China) han alcanzado el nivel más alto de la historia y tienen las características de una asociación estratégica integral”, dijo el presidente.