El líder ruso Vladimir Putin anunció el jueves que recibiría al presidente de la Unión Africana, Macky Sall, para discutir el aumento de los precios de los alimentos causado por la invasión rusa de Ucrania, así como la futura colaboración entre Moscú y el bloque africano.
Está previsto que Putin se reúna con Sall, que también es presidente de Senegal, en su residencia de Sochi, una ciudad turística rusa situada en la orilla oriental del Mar Negro. Los dos líderes tienen previsto discutir “la liberación de las existencias de cereales y fertilizantes”, según la oficina de Sall, que señaló que las obstrucciones en las exportaciones mundiales habían “afectado particularmente a los países africanos”. El comunicado indicaba que Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, también asistiría a la reunión.
En su propio comunicado, el Kremlin informó de que en la reunión Putin-Sall se discutirían “cuestiones de la interacción de Rusia con la Unión Africana, incluida la ampliación del diálogo político y la cooperación económica y humanitaria”. El Kremlin también se refirió a las discusiones sobre “la agenda internacional actual”, aunque no especificó qué se incluiría en estas conversaciones.
Las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea, hasta ahora el mayor mercado de exportación de Rusia, han empujado al Kremlin a buscar otras alianzas en el extranjero. Un área de posible cooperación es África, que sigue importando gran parte de sus alimentos. Dado que Rusia y Ucrania son dos de los mayores productores de alimentos del mundo, y juntos representan aproximadamente un tercio de las exportaciones mundiales de trigo, una cadena de exportación rusa a África podría ser muy lucrativa para Moscú, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de los precios de los alimentos por el conflicto y la imposibilidad de Ucrania de exportar la mayor parte de su cosecha debido al bloqueo ruso de sus puertos del Mar Negro. Putin ha afirmado que está dispuesto a levantar el bloqueo de las restantes ciudades controladas por Ucrania a lo largo del Mar Negro si la Unión Europea y Estados Unidos levantan sus sanciones, un intercambio que es poco probable que se produzca.
Aunque algunas naciones africanas condenaron a Rusia en las primeras horas de la invasión, y Sall ha criticado el bloqueo de Odesa, África ha seguido dividida en sus respuestas a la guerra ruso-ucraniana. En una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas de principios de marzo en la que se condenaba la invasión, sólo Eritrea, un estado autoritario aislado al que a veces se le llama “la Corea del Norte de África”, votó abiertamente a favor de Rusia. Sin embargo, decenas de otras naciones, entre ellas el Senegal de Sall, se abstuvieron o no asistieron a la votación.