Pekín cerrará una vez más todas sus escuelas, colegios y universidades, cuyos estudiantes reanudarán los cursos en línea ante el resurgimiento de los casos de coronavirus en la capital china, anunció el martes.
La ciudad lanzó una nueva campaña de pruebas después de que se notificaran 106 nuevos casos de coronavirus en cinco días, mientras que el virus parece haber sido prácticamente erradicado en el país.
El Subsecretario General del Gobierno Municipal de Beijing, Chen Bei, anunció en una conferencia de prensa que la ciudad pasará del tercer al segundo nivel a partir del martes, lo que, entre otras medidas, permitirá a las comunidades comprobar de nuevo la identidad y el estado de salud de los residentes y medir su temperatura.
Además, se suspenden todas las actividades in situ y se alienta a los residentes a trabajar desde sus casas, mientras que las comunidades de las zonas de “alto riesgo” -con casos confirmados o contacto con el mercado donde se produjo el brote- quedarán aisladas y no se permitirá que nadie salga de ellas.
La Oficina del Alcalde de Beijing también ha instado a sus residentes a evitar los viajes “menores” fuera de la capital china.
“Cualquiera que tenga que salir de Beijing tiene que presentar un certificado de que la prueba fue negativa en los últimos siete días”, dijo el Secretario General Adjunto de Beijing, Chen Bey, en una conferencia de prensa.
Los mercados subterráneos también estarán cerrados y las bibliotecas, museos y parques estarán abiertos por un período limitado y con una capacidad no superior al 30%.
Los vuelos interprovinciales también han sido suspendidos y los viajes de grupos transprovinciales están prohibidos, dijo Chen, explicando que “la situación en Beijing sigue siendo grave”.
Según las autoridades municipales, el virus fue causado por la transmisión entre humanos o por la “contaminación ambiental”.
Por último, el funcionario se aseguró de que las nuevas medidas no implicaban el cese del trabajo o la producción, aunque aconsejó a los residentes que trabajaran desde su casa e insistió en que siempre debían llevar máscaras en el interior.
Las autoridades, que ayer se declararon “en guerra” contra este nuevo brote, informaron hoy de 27 nuevos casos en la ciudad, con lo que el número total de casos positivos asciende a 106, una situación que las autoridades municipales calificaron de “extremadamente alarmante”.
Así pues, se ha suspendido el regreso a la vida normal después de que la ciudad redujera el nivel de emergencia a principios de junio y la prioridad de las autoridades es ahora evitar que el virus se propague o llegue a otras ciudades.
Por otro lado, continúan las pruebas de ácido nucleico para todos aquellos que han tenido contacto con casos confirmados o han visitado el mercado Xinfadi, el principal mercado de la metrópoli, que está cerrado desde el sábado pasado.
Además de las actividades de ensayo, control y prevención, la ciudad ha intensificado sus inspecciones de los mercados de productos frescos, carne de cerdo, carne de vacuno, carne de ovino y aves de corral y de otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para asegurarse de que no se mueven productos contaminados con patógenos.