El gobierno británico dice tener “considerables dudas” sobre una sentencia del máximo tribunal de las Naciones Unidas que establece que Israel debe hacer todo lo posible para impedir cualquier acto de genocidio en Gaza.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dictó el viernes su primera sentencia en un caso presentado por Sudáfrica que también ordenaba a Israel permitir el acceso de la ayuda humanitaria al territorio palestino, pero no pedía un alto el fuego.
“Respetamos el papel y la independencia de la CIJ. Sin embargo… tenemos considerables preocupaciones sobre este caso, que no ayuda en el objetivo de lograr un alto el fuego sostenible”, afirma un portavoz del Foreign Office en un comunicado.
“Israel tiene derecho a defenderse de Hamás de acuerdo con el DIH [derecho internacional humanitario]”, añade el portavoz.
“Nuestra opinión es que las acciones de Israel en Gaza no pueden calificarse de genocidio, por lo que pensamos que la decisión de Sudáfrica de presentar el caso fue errónea y provocadora”.
Sudáfrica ha acusado a Israel de incumplir la Convención de la ONU contra el Genocidio de 1948 —establecida tras la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto— durante su campaña militar en Gaza, desencadenada por los ataques de Hamás del 7 de octubre.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, sin embargo, añade que acoge con satisfacción el llamamiento de la CIJ para la liberación inmediata de los rehenes y para hacer llegar más ayuda a Gaza.
“Tenemos claro que es necesaria una pausa inmediata para que entre la ayuda y salgan los rehenes, y después queremos avanzar hacia un alto el fuego sostenible y permanente, sin que vuelvan los combates”.