Gran Bretaña prohíbe la entrada en sus puertos de cualquier barco con conexiones rusas, mientras el país intensifica sus esfuerzos para aislar al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin por su guerra en Ucrania.
Al anunciar la prohibición general en un tuit, el secretario de Transporte británico, Grant Shapps, anima a otros países a prohibir que los barcos vinculados a Rusia utilicen sus puertos.
“Acabamos de convertirnos en la primera nación en aprobar una ley que implica la prohibición total de que todos los barcos con cualquier conexión rusa entren en los puertos británicos”, afirma Shapps.