LONDRES – El Reino Unido registró el viernes el mayor número de infecciones por COVID desde enero, según declaró un alto ministro, mientras el gobierno intenta frenar la propagación de la nueva variante.
El Secretario de Comunidades del Reino Unido, Michael Gove, dijo que el país se enfrenta a una “situación profundamente preocupante” a medida que la variante Ómicron se propaga rápidamente, con un número de casos que se duplica cada dos o tres días en Inglaterra.
El viernes, el Reino Unido dijo que tenía un total de 58.194 casos.
“Sabemos que tenemos el mayor número de infecciones por COVID en todo el Reino Unido registrado hoy desde el 9 de enero”, cuando hubo 59.937 casos, dijo Gove a los periodistas tras reunirse con los líderes de las regiones británicas.
Añadió que el 30 por ciento de los casos registrados en Londres son ahora de la variante Ómicron, mientras que el virus sólo fue identificado en el Reino Unido hace dos semanas.
La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, advirtió que “podemos estar enfrentándonos -de hecho, podemos estar empezando a experimentar- un potencial tsunami de infecciones”.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) afirmó que, si la tendencia continúa, espera que Ómicron se convierta en la variante dominante en el Reino Unido a mediados de diciembre, con más de un millón de infecciones a finales de este mes. Hasta ahora se han confirmado 1.265 casos de Ómicron.
La UKHSA también dijo que los primeros análisis de unas 500 personas confirmadas como infectadas por Ómicron mostraron que la vacuna de AstraZeneca y Pfizer “proporcionaba niveles mucho más bajos de protección contra la infección sintomática”, en comparación con la variante Delta.
Una dosis de refuerzo parecía aumentar considerablemente esta protección hasta el 70-75%, dijo, al tiempo que advirtió que un tamaño de muestra tan pequeño debía tratarse con precaución.
El Reino Unido es uno de los países europeos con mayor número de muertes por el virus, con 146.255, mientras que las tasas de mortalidad no han aumentado en la última semana.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el miércoles una serie de restricciones más duras que denominó “Plan B”, que incluyen el uso obligatorio de mascarillas en museos, teatros y cines a partir del viernes y la orientación para trabajar desde casa a partir del lunes.
A partir del miércoles, las personas tendrán que mostrar pases de COVID con la prueba de dos vacunas o una prueba de flujo lateral para poder asistir a eventos en lugares concurridos, como clubes nocturnos y estadios.
La nueva normativa se someterá a debate y votación en la Cámara de los Comunes la próxima semana, pero se espera que se apruebe a pesar de la oposición de algunos conservadores.