Rusia está dispuesta a cortar los lazos con la Unión Europea si ésta impone nuevas sanciones en medio de una disputa por el trato al líder de la oposición Alexei Navalny, advirtió el viernes el máximo diplomático del país.
En respuesta a una pregunta sobre la voluntad de Moscú de romper las relaciones formales con la UE, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo en declaraciones televisadas que Rusia no quiere quedar aislada, pero está dispuesta a tomar represalias si la acción de la UE perjudica su economía.
“Si vemos de nuevo, como hemos sentido más de una vez, que las sanciones impuestas en algunos ámbitos crean riesgos para nuestra economía, incluso en las esferas más sensibles, entonces sí”, dijo Lavrov. “No queremos estar aislados de la vida internacional, pero debemos estar preparados para ello. Si quieres la paz, debes prepararte para la guerra”.
Las relaciones entre Rusia y la UE se han hundido hasta nuevos mínimos por la detención y el encarcelamiento de Navalny. El líder de la oposición fue detenido el 17 de enero a su regreso de Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose del envenenamiento con un agente nervioso del que culpó al Kremlin. Las autoridades rusas han negado las acusaciones.
La semana pasada, un tribunal de Moscú envió a Navalny a prisión durante dos años y ocho meses por violar los términos de su libertad condicional mientras se recuperaba en Alemania. La libertad condicional se derivó de una condena por malversación de fondos en 2014 que Navalny ha rechazado por considerarla inventada y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha considerado ilegal.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo tras su visita a Rusia la semana pasada que el bloque de 27 países debe adoptar una postura firme en sus relaciones con Rusia y sopesar nuevas sanciones a raíz de la sentencia de prisión de Navalny. Mientras Borrell se reunía con Lavrov, Moscú anunció la expulsión de diplomáticos de Alemania, Polonia y Suecia por asistir a las protestas en apoyo de Navalny.
Los tres países de la UE respondieron de la misma manera el lunes, expulsando cada uno a un diplomático ruso.
Borrell ha dicho que tiene previsto presentar propuestas de posibles acciones contra Rusia cuando presida la próxima reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del bloque el 22 de febrero.
La detención de Navalny desencadenó una oleada de protestas en toda Rusia que atrajo a decenas de miles de personas a las calles en la mayor muestra de descontento en años. Las autoridades respondieron con una amplia represión, deteniendo a unas 11.000 personas en toda Rusia. Muchos manifestantes fueron multados o condenados a penas de cárcel de entre 7 y 15 días.
Estados Unidos y la Unión Europea han instado a Rusia a liberar a Navalny y a poner fin a la represión de las protestas. El Kremlin les ha acusado de inmiscuirse en los asuntos internos de Rusia y ha dicho que no escuchará las críticas occidentales a la condena de Navalny y a las acciones policiales contra sus partidarios.