El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, comunicó al presidente estadounidense, Joe Biden, que Canadá compraría un Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire (NASAMS, por sus siglas en inglés) de fabricación estadounidense para Ucrania, según anunció el miércoles el Gobierno canadiense.
Previamente, ambos mantuvieron una reunión bilateral al margen de la Cumbre de Líderes de América del Norte en Ciudad de México.
“El primer ministro informó al presidente de que Canadá comprará un Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire (NASAMS) fabricado en EE.UU. para Ucrania”, según el comunicado. La ministra de Defensa, Anita Anand, dijo que “ésta es la primera donación canadiense de un sistema de defensa aérea a Ucrania”.
El embajador ruso en Canadá, Oleg Stepanov, dijo a Sputnik que la compra por parte de Canadá del Sistema Nacional Avanzado de Misiles Superficie-Aire (NASAMS), de fabricación estadounidense, para Ucrania es otra demostración de cómo Ottawa canaliza dinero para alimentar la guerra de Ucrania en medio de numerosos asuntos internos apremiantes.
“El gabinete del primer ministro Trudeau canalizando dinero para alimentar la guerra y apoyar a un régimen ilegítimo a miles de kilómetros de Canadá parece ridículo”, dijo Stepanov el martes. “Ridículo, en particular, con el telón de fondo de todos los problemas que Canadá sufre a nivel interno. Es sólo una observación de espectador divertido. Por supuesto, corresponde a los canadienses decidir si esta política es adecuada”.
Mientras tanto, Eslovaquia ha proporcionado gratuitamente a Ucrania 170 millones de euros (182,49 millones de dólares) en equipos militares y ha firmado contratos con Kiev para la entrega de equipos similares por otros 148 millones de euros, según informaron los medios de comunicación locales.
Según el diario eslovaco Pravda, la entrega por Bratislava a Kiev de sistemas de defensa antiaérea S-300 por valor de unos 100 millones de euros fue una de las primeras que se transfirieron a Ucrania. Además, las entregas de algunos equipos fueron financiadas por otros Estados miembros de la OTAN, según el informe.
El periódico ha enumerado con gran detalle los tipos y la cantidad de material militar suministrado por Eslovaquia a Ucrania.
La lista incluye 16 obuses autopropulsados Zuzana 2 en virtud de un contrato de 92 millones de euros, financiado por Dinamarca, Alemania y Noruega, 4 sistemas de retirada de minas Bozena, 30 vehículos de combate de infantería por valor de unos 20 millones de euros, y cantidades no especificadas de proyectiles, combustible de aviación, gasolina, armas ligeras y otro material militar.
“Nuestra ayuda a Ucrania se corresponde con las capacidades del pequeño país. Pero hay que señalar que nuestra valiente transferencia del sistema S-300 a Kiev al comienzo mismo del conflicto militar en Ucrania sirvió de ejemplo para otros países, que hasta entonces temían transferir sofisticados sistemas militares a los ucranianos”, ha declarado a los medios de comunicación el teniente general Pavel Macko, ex jefe adjunto del Estado Mayor del ejército eslovaco.
Desde que Rusia lanzó su operación militar en Ucrania el 24 de febrero, los países occidentales han estado proporcionando a Kiev ayuda humanitaria, militar y financiera.
Moscú ha denunciado el flujo de armas a Ucrania por parte de sus aliados occidentales, afirmando que echa más leña al fuego. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha señalado en repetidas ocasiones que cualquier cargamento que contenga armas para Ucrania se convertiría en un objetivo legítimo para Rusia.