El Servicio Federal de Aduanas de Rusia, o FTS, anunció el jueves que había frustrado un intento internacional de contrabando de 500 libras de oro, con un valor aproximado de 13 millones de dólares, a través del aeropuerto internacional de Vnukovo en Moscú, según la cadena estatal rusa RT.
El plan, que incluía al menos seis participantes tanto de Rusia como de Armenia, consistía en un sofisticado plan de intercambio de equipaje dentro del aeropuerto. El FTS informó de que tres armenios con billetes a Ereván habían entrado en la terminal internacional del aeropuerto llevando el oro en sus maletas de mano, que no estaban sujetas a aduana debido a la participación de Armenia en la Unión Económica Euroasiática. Una vez en la terminal del aeropuerto, los armenios intercambiaron sus maletas llenas de oro con las maletas vacías de tres rusos que viajaban a Dubai, un importante centro de comercio internacional de oro.
La FTS afirmó que sus agentes habían empezado a sospechar de los armenios después de ver cómo se esforzaban por llevar su pesadísimo equipaje por el aeropuerto. Tras el intercambio, el grupo fue visto llevando las maletas, por lo demás idénticas, mucho más rápido, lo que llevó a la FTS a detenerlos. Una vez capturados los armenios, los agentes de aduanas registraron el avión que partía hacia los Emiratos Árabes Unidos, donde también fueron detenidos los tres contrabandistas rusos.
En total, los funcionarios de aduanas descubrieron en su equipaje setenta y un lingotes de oro por un total de 225 kilogramos, según el comunicado de la FTS. El oro estaba debidamente marcado con números de serie, lo que permitió a la policía rusa rastrear su origen y determinar cómo lo habían adquirido los armenios. El periódico ruso Kommersant observó que el cargamento «no fue declarado y no pasó la inspección aduanera», violando las leyes aduaneras rusas.
Más tarde, los fiscales rusos anunciaron su intención de acusar a todos los implicados de tres delitos, entre ellos conspiración criminal e intento de sacar del país bienes de «importancia estratégica». Los tres armenios fueron identificados como Artak Ayvazyan, Karen Darbinyan y Arman Harutyunyan; un tribunal de Moscú ordenó su encarcelamiento hasta septiembre, mientras que los tres ciudadanos rusos fueron puestos en libertad a la espera de un juicio.
Rusia es el segundo productor y exportador mundial de oro, por detrás de China, y los envíos de oro ruso han sido un valioso salvavidas para la economía del país, fuertemente sancionada, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero, lo que llevó a las naciones del Grupo de los Siete (G7) a prohibirlos. El Kremlin también ha sido acusado de participar en operaciones de contrabando de oro en el extranjero, con periodistas occidentales que afirman que la agencia de mercenarios Wagner Group, vinculada al Kremlin, había exportado ilegalmente oro desde Sudán para financiar el esfuerzo bélico ruso.