El jefe de gabinete del presidente ucraniano ha descrito a Rusia como “el Hezbolá europeo” durante una conversación con líderes judíos en la que hizo un nuevo llamamiento a la ayuda militar israelí para combatir la actual invasión rusa.
“Rusia es un estado terrorista que hoy utiliza a Irán en su lucha contra Estados Unidos y sus aliados, incluido Israel”, dijo Andriy Yermak -jefe de gabinete del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky– a los participantes en la reunión en línea del jueves.
“Rusia es el Hezbolá europeo”, añadió, refiriéndose al grupo terrorista chií libanés respaldado por el régimen iraní.
Ucrania lleva instando a Israel a que complemente su ayuda humanitaria con asistencia militar desde el inicio de la invasión rusa a finales de febrero. En los últimos días, el llamamiento ha adquirido mayor urgencia, ya que Rusia ha desplegado drones de fabricación iraní contra centros de población ucranianos con efectos devastadores. A principios de esta semana, las fuerzas armadas ucranianas afirmaron haber derribado más de 200 drones iraníes Shahed-136 en el espacio de un mes, mientras surgían informes de que Irán se estaba preparando para suministrar a su aliado ruso drones Arash-2, que llevan una mayor carga útil, así como misiles Fateh-110 y Zolfaghar, dos misiles balísticos de corto alcance capaces de alcanzar objetivos a distancias de entre 200 y 500 millas.
Yermak señaló que el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, había anunciado a principios de esta semana que Jerusalén “ayudaría en el desarrollo de un sistema civil de alerta temprana que salve vidas” para contrarrestar los peores efectos de los ataques rusos con misiles y drones, pero se abstuvo de ofrecer armamento, diciendo a los embajadores de la UE que esto se debía “a una serie de consideraciones operativas”. El embajador de Ucrania en Tel Aviv, Yevhen Kornichuk, respondió a la oferta israelí diciendo que “ya no es relevante”, reiterando la petición de su país de comprar a Israel los interceptores Iron Beam, Barak-8, Patriot, Cúpula de Hierro, Honda de David y Arrow.
Por su parte, Yermak no rechazó la oferta israelí, pero subrayó que el gobierno de Kiev consideraba el escudo antimisiles de Israel como uno de los más “poderosos” del mundo, argumentando que su introducción aumentaría significativamente la capacidad de Ucrania para resistir nuevos ataques rusos.
La reunión también contó con la intervención del Gran Rabino de Kiev, Yaakov Dov Bleich, que animó a sus colegas de la comunidad judía a inculcar a los israelíes que “en esta lucha histórica, Israel debe estar del lado de la verdad y de la protección de la vida de las personas”.
El desafío al que se enfrenta Ucrania “no es una cuestión de política, ni de elecciones, sino una guerra contra el pueblo, contra la nación”, subrayó Bleich.
Los llamamientos de Ucrania a la ayuda militar israelí han generado un intenso debate en los medios de comunicación del país, y un comentarista ha instado al gobierno de Kiev a actuar con cautela, dado que Israel celebrará elecciones generales el 1 de noviembre.
“Si el gobierno de Kiev va demasiado lejos con sus demandas, se arriesga a perder amigos entre los políticos israelíes”, escribió el columnista político Yuri Vasilchenko en depo.ua
“Hay que entender que el suministro de armas a Ucrania puede convertirse en un tema de especulación política en Israel, por lo que el gobierno actual no dará una respuesta inequívoca hasta el final de la campaña electoral”, continuó.
Vasilchenko afirmó que, no obstante, “profundizar en la cooperación entre las agencias de inteligencia, en la cooperación técnico-militar específicamente en el tema de los drones iraníes es algo que podemos hacer ahora”.
Señaló que “Israel ha vivido en un entorno agresivo desde su creación… y por tanto evalúa el mundo en términos de riesgos para su propia seguridad”.
Vasilchenko continuó argumentando que “los drones iraníes que atacan ciudades y pueblos ucranianos son un riesgo potencial para la seguridad nacional de Israel. Y en este ámbito tenemos sin duda puntos en común”. En cuanto a otras áreas de cooperación militar, hay que recordar aquí que la diplomacia pública a menudo perjudica. Es mejor negociar este tipo de cosas en silencio. Y en esto, por cierto, podemos aprender de los israelíes”.