Rusia está dispuesta a ayudar a Israel e Irán a establecer un diálogo, informó RIA Novosti, citando “una fuente en los círculos diplomáticos rusos”.
“Nuestra visión sobre cómo abordar los problemas de seguridad en la región es completamente diferente. En lugar de demonizar a un Estado, a una fuerza, creemos que se deben tener en cuenta los intereses de todos. Y cuando se toman en cuenta los intereses de todos los países de la región, el diálogo colectivo es el camino para fortalecer la seguridad”, dijo la fuente.
Añadió que Moscú entiende que la retórica iraní preocupa a los líderes israelíes. “Estamos absolutamente de acuerdo con lo que nuestros colegas israelíes nos dicen tanto en el ámbito político como en el militar”, explicó la fuente.
Sin embargo, subrayó que “esto es una sustitución del problema”. “La cuestión no está en Irán, sino en las relaciones entre todos los Estados de la región. (…) Si todos los Estados de la región se unen sobre una base antiiraní, no conducirá a la solución de ningún problema de seguridad, sino a la guerra”, concluyó, afirmando que Rusia está dispuesta a “contribuir al diálogo Irán-Israel”.
Israel está decidido a no permitir que Irán construya bases de aviones no tripulados ofensivos, fábricas de misiles y redes de terrorismo con las que amenazar a sus ciudadanos, y la Fuerza Aérea de Israel opera a un ritmo acelerado las 24 horas del día para vigilar y desbaratar las amenazas emergentes.
El objetivo estratégico general de Israel en estos ataques fue explicado por el director del Mossad, Yossi Cohen, horas después del supuesto ataque del 1 de julio, cuando declaró en la Conferencia de Herzliya: “Creo que Irán llegará a la conclusión de que no vale la pena”.
Cientos de ataques israelíes en los últimos años fueron diseñados para empujar a Irán a cambiar su curso y reducir su proyecto en Siria. Se espera que el resultado neto de los ataques sea que Irán se vea obligado a realizar un análisis de costo-beneficio y concluir que sus inversiones en Siria se están desperdiciando.
En las últimas semanas, Israel ha intentado complementar sus medidas militares con una mayor presión diplomática sobre el Irán para que haga retroceder sus actividades en Siria. Esto se produjo en forma de una importante reunión trilateral, celebrada en Jerusalén el 24 de junio, en la que se reunieron asesores de seguridad nacional de Rusia, Estados Unidos e Israel para discutir sobre Siria. Los resultados de este esfuerzo siguen siendo poco claros. Al menos públicamente, el asesor de seguridad nacional ruso Nikolai Patrushev indicó que Moscú no tiene prisa por disolver su alianza con Irán en Siria, que ha visto a los dos países coordinar operaciones aéreas y terrestres para asegurar el brutal régimen de Bashar al-Assad.
Irán, por su parte, está trabajando para contrarrestar los intentos de Israel de reclutar a Rusia contra el eje iraní. En los últimos días, un miembro del Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior del Majlis iraní afirmó que, a pesar de los lazos ruso-israelíes, Teherán ha sido capaz de maximizar la utilidad de la “tarjeta rusa” en sus actividades en Siria, según un informe del Centro de Información de Inteligencia y Terrorismo de Meir Amit.