El presidente Vladimir Putin ofreció en junio a su homólogo estadounidense, Joe Biden, el uso de bases militares rusas en Asia Central para recabar información de Afganistán, según informó el sábado el diario Kommersant, mientras las tropas estadounidenses abandonan el país.
Los combatientes talibanes han hecho grandes avances a medida que las fuerzas estadounidenses se retiran después de 20 años de guerra, un dolor de cabeza para la seguridad de Moscú, que teme que los refugiados puedan ser empujados a su patio trasero de Asia Central y su flanco defensivo del sur desestabilizado.
En una oferta poco frecuente durante un periodo de relaciones frías entre Washington y Moscú, Putin propuso en las conversaciones del 16 de junio con Biden en Ginebra que se coordinaran en Afganistán y que pusieran las bases rusas en Tayikistán y Kirguistán en «uso práctico», informó Kommersant, citando fuentes.
El periódico dijo que esto podría implicar el intercambio de información obtenida mediante el uso de aviones no tripulados, pero que no había habido ninguna respuesta concreta por parte de Estados Unidos. El Kremlin no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
A principios de este mes, Reuters informó de que la administración Biden estaba en conversaciones con Kazajstán, Tayikistán y Uzbekistán para acoger temporalmente a miles de afganos que trabajaban con las fuerzas estadounidenses y que ahora se enfrentan a las amenazas de los talibanes, citando a tres fuentes familiarizadas con el asunto.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó el viernes que la retirada de Estados Unidos y de la alianza de la OTAN de Afganistán hizo más incierta la situación política y militar, lo que a su vez exacerbó la amenaza terrorista en la región.
En su intervención en una conferencia con altos cargos de Asia Central en Tashkent, la capital de Uzbekistán, Lavrov dijo que Rusia quería ayudar a poner en marcha las conversaciones de paz entre las partes enfrentadas en Afganistán.