El Kremlin rechazó el lunes las acusaciones de que las fuerzas rusas fueron responsables de la matanza de civiles cerca de Kiev y sugirió que las imágenes de cadáveres eran “falsas”.
“Rechazamos categóricamente todas las acusaciones”, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Peskov dijo que los “expertos rusos del Ministerio de Defensa han identificado indicios de falsificación de vídeos y de varias falsificaciones”.
“Exigimos a muchos líderes internacionales que no se apresuren a hacer acusaciones arrolladoras y que al menos escuchen nuestros argumentos”, dijo.
Los periodistas internacionales encontraron el fin de semana cadáveres vestidos de civil, algunos con las manos atadas, en la ciudad de Bucha, a las afueras de la capital ucraniana, después de que las fuerzas de Kiev se la arrebataran al ejército ruso.
Ucrania y los líderes occidentales han estallado de indignación por el descubrimiento de fosas comunes y cientos de muertos en Bucha, una pequeña ciudad al noroeste de Kiev. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, culpó directamente a Moscú de la “matanza” de civiles.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia pidió una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU el lunes para abordar lo que dijo era una “provocación atroz” para culpar a las fuerzas rusas.
“A la luz de la atroz provocación de los radicales ucranianos en #Bucha Rusia solicitó una reunión del #ConsejoDeSeguridadDeLaONU el lunes 4 de abril”, dijo el domingo en Twitter Dmitry Polyanskiy, embajador adjunto de Rusia ante las Naciones Unidas.
Las autoridades de la ONU aún no han declarado públicamente si se celebrará una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad el lunes.
La magnitud de la matanza todavía se está reconstruyendo, pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, dijo que hasta ahora se habían recuperado 410 cadáveres de civiles.
El alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo a la AFP que 280 cuerpos fueron colocados en fosas comunes porque era imposible enterrarlos en los cementerios dentro del alcance de los disparos.
La empresa de imágenes por satélite Maxar difundió imágenes que, según ella, mostraban una fosa común situada en los terrenos de una iglesia de la ciudad.
Los investigadores rusos también anunciaron una investigación sobre las imágenes, diciendo que, según los militares de Moscú, “no se corresponden con la realidad y tienen un carácter provocador”.