Los regímenes de Venezuela y Siria están fortaleciendo los planes de negocios en el sector petrolero “para fomentar el desarrollo energético y económico” en ambos países.
El ministro de Petróleo del régimen de Venezuela, Manuel Quevedo, publicó en Twitter que tuvo un intercambio con el embajador de la nación árabe en Caracas, Khalil Bitar, donde analizaron la posibilidad de ampliar los acuerdos de hidrocarburos.
Además, el presidente de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), informó que desde 2006 “el Ejecutivo Bolivariano consolidó los lazos de unidad y de hermandad con Siria, e incluso comenzó el camino de cooperación con la firma de acuerdos de intercambio tecnológico, comercial, educativo, energético, cultural, entre otros”.
Quevedo enfatizó que las medidas punitivas impuestas por Estados Unidos contra Venezuela, con un marcado interés en PDVSA, “no impedirán que la nación mantenga sus compromisos con el extranjero, ni detendrá la producción de petróleo crudo”.
En ese sentido, el dictador Nicolas Maduro, en una transmisión conjunta de radio y televisión, denunció el martes lo que llamó “la malversación de 1.300 millones de dólares” de la filial petrolera Citgo, ubicada en el estado estadounidense de Texas, a la que imputó mantener “una operación de deuda ilegal”.
El dictador de Caracas afirmó que “el robo de activos venezolanos en territorio estadounidense se realiza en complicidad entre Washington y el liderazgo opositor de la Asamblea Nacional (parlamento) en desacato”.
En este sentido, Maduro enfatizó que “los involucrados en este crimen serán juzgados ante las autoridades competentes, y la compañía subsidiaria de PDVSA será devuelta al gobierno venezolano cuando se demuestre que estos activos se rompieron ante los tribunales de la nación norteña”.