Un terrorista suicida atentó contra la sede del Ministerio del Interior de Afganistán el miércoles por la tarde, matando a cuatro empleados y marcando el último acto de violencia contra el gobierno del país dirigido por los talibanes desde su conquista de Afganistán en agosto de 2021.
La explosión se produjo durante una pausa para la oración de la tarde, cuando la mayoría de los trabajadores estaban reunidos en una mezquita dentro del edificio. Abdul Nafi Takor, un portavoz del gobierno dirigido por los talibanes, afirmó que “[a] alrededor de la 1:30 pm [hora local], hubo una explosión en una submezquita del Ministerio del Interior, [y] como resultado cuatro fieles fueron martirizados y otros veinticinco resultaron heridos”.
“El incidente está siendo investigado”, continuó Takor. “Compartiremos los detalles con los medios de comunicación cuando se haga”.
Un hospital italiano en Kabul informó el miércoles de que había atendido a víctimas tras el atentado. Emergency, la organización de ayuda italiana que gestiona el hospital, escribió en Twitter que había recibido a veinte pacientes del ataque, incluidos dos que murieron antes de llegar. El comunicado afirmaba que las víctimas supervivientes habían declarado haber visto a un hombre detonar un artefacto durante el servicio de oración.
Aunque ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado, muchos observadores han especulado con la posibilidad de que lo haya llevado a cabo la “Provincia de Jorasán” del Estado Islámico, o ISIS-K. El grupo, filial local del ISIS, luchó contra los talibanes antes de su conquista, por considerarlos insuficientemente islámicos y no dedicados a difundir su visión religiosa más allá de las fronteras de Afganistán. Tras la victoria de los talibanes en los veinte años de guerra de Afganistán, el ISIS-K ha llevado a cabo una serie de atentados terroristas de gran repercusión, socavando la promesa del nuevo gobierno de mantener la seguridad y garantizar el orden público.
El Ministerio del Interior de Afganistán es responsable de la seguridad interna y es la organización matriz de la fuerza policial nacional, cumpliendo un papel similar al del Departamento de Justicia en Estados Unidos. No está claro cómo entró el terrorista suicida en el edificio, ya que la sede del ministerio se encuentra en un recinto fortificado cerca del aeropuerto internacional de Kabul.
Debido a la dificultad de golpear directamente las instituciones gubernamentales talibanes, la mayoría de los ataques del ISIS-K se han dirigido a objetivos más suaves, en particular escuelas e instituciones comunitarias pertenecientes a los Hazara, un grupo étnico-religioso dentro de Afganistán que practica el Islam chiíta y es considerado como una secta herética por el ISIS-K. El atentado contra el Ministerio del Interior se produce menos de una semana después de un ataque suicida contra una escuela hazara en Kabul, en el que murieron 53 personas, la inmensa mayoría de ellas chicas jóvenes que se preparaban para un examen de acceso a la universidad. El atentado, y la incapacidad de los talibanes para impedirlo, provocó protestas callejeras en Afganistán, una protesta internacional y acusaciones de intento de genocidio.