El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conmutó el lunes la sentencia de Boaz (Ronen) Nachmani, un ciudadano israelí-americano que en 2015 fue condenado por posesión de marihuana sintética con la intención de distribuirla y condenado a 20 años de prisión.
La sentencia de Nachmani de 240 meses de prisión es el máximo permitido por la ley para el delito por el que fue condenado.
Nachmani, de 41 años, está casado y tiene cinco hijos. Su esposa, Silvia, está enferma de cáncer en etapa 4. Su hija Ariella, de 11 años, escribió una carta a Trump en la que le pedía ayuda al presidente.
“Nuestras vidas se han vuelto miserables. Ahora mi madre está enferma y su condición está empeorando”, le dijo Ariella al presidente, añadiendo que no podía imaginar lo que le pasaría a ella y a sus hermanos si su padre se quedaba entre rejas.
La Casa Blanca emitió el lunes una declaración en la que afirmaba que Nachmani era un “delincuente por primera vez, no violento y sin antecedentes penales”.
“Tiene cinco hijos pequeños en casa y su esposa sufre de cáncer terminal. Estas circunstancias atenuantes subrayan la urgencia de su solicitud de clemencia”, dijo la Casa Blanca.
Miembros de los partidos republicano y demócrata apoyaron su liberación.