El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se espera que designe al senador Marco Rubio como secretario de Estado, mientras que el representante Michael Waltz será nombrado asesor de seguridad nacional, según informó el lunes The New York Times. Este paso inclina el futuro gabinete hacia una postura más agresiva y pro-Israel.
Al menos tres personas familiarizadas con el pensamiento de Trump sobre Rubio indicaron que el presidente electo podría modificar su decisión, pero actualmente parece inclinado a elegir al senador republicano de Florida, quien previamente fue considerado como posible compañero de fórmula de Trump. Por otro lado, la designación de Waltz, congresista de Florida en su tercer mandato, ya es definitiva, según dos fuentes conocedoras de la decisión, citadas por el Times.
Tanto Rubio como Waltz sostienen posturas particularmente firmes frente a China, a la cual perciben como una amenaza directa al poder económico y militar de Estados Unidos. Se espera que ambos desempeñen roles clave en la política exterior de Trump, basada en la doctrina de “Estados Unidos primero”.
Trump ha prometido poner fin a conflictos como los de Ucrania y Oriente Medio, al tiempo que busca evitar nuevos enredos militares. Rubio y Waltz se sumarán a Elise Stefanik, quien fue seleccionada el lunes como embajadora de Estados Unidos ante la ONU.
Rubio, defensor de una política exterior enérgica y pro-Israel
El senador Rubio, considerado la opción más agresiva en la lista de posibles secretarios de Estado, ha defendido una política exterior contundente contra China, Irán y Cuba. En 2016, Rubio criticó a Trump por su promesa de mantener una postura neutral en la guerra israelo-palestino, aunque en los últimos años ha ajustado sus posturas para alinearse con las políticas más aislacionistas de Trump.
Rubio, sin embargo, sigue siendo un firme partidario de Israel. Acusó al presidente Joe Biden de no brindar el apoyo necesario a Israel durante su conflicto contra Hamás en Gaza y Hezbolá en el Líbano, conflicto que comenzó tras la masacre de Hamás del 7 de octubre de 2023, en la que murieron 1.200 personas y 251 fueron secuestradas. Hezbolá comenzó a lanzar ataques contra Israel al día siguiente.
Además, Rubio criticó la respuesta de la administración Biden tras el ataque directo de Irán contra Israel en abril, afirmando que el gobierno estaba evitando una respuesta israelí por motivos políticos internos, diciendo que Biden estaba “atendiendo a su base antiisraelí y antisemita”.
Michael Waltz y sus críticas a la gestión de Biden en Medio Oriente
El representante Waltz, ex boina verde, también ha sido crítico de la postura de Biden hacia Israel. Acusó al presidente de presionar a Israel para que aceptara un alto el fuego que habría permitido a Hamás mantenerse en el poder en Gaza.
En un artículo reciente para The Economist, Waltz sostuvo que la administración de Trump debería permitir que Israel “termine el trabajo” y derrote a Hamás de manera decisiva. También sugirió que el próximo gobierno debe dejar claro a Irán que Estados Unidos evitará la construcción de armas nucleares en el país, además de renovar las sanciones diplomáticas y económicas para limitar el apoyo iraní a grupos terroristas como Hamás, Hezbolá y los hutíes en Yemen.
De acuerdo con el Times, Waltz, quien forma parte de los Comités de Servicios Armados, Inteligencia y Asuntos Exteriores en la Cámara de Representantes, llamó la atención de la administración Trump al inicio de su carrera en el Congreso.
El papel de Waltz en la operación contra Qassem Soleimani
En 2020, Waltz fue uno de los pocos republicanos seleccionados para recibir información de la Casa Blanca sobre el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, una operación liderada por Estados Unidos.
Aunque la política exterior pro-Israel de Trump es clara, tres fuentes cercanas afirmaron que “ciertos ministros” en Israel no deben asumir que el regreso de Trump a la presidencia significa que Israel puede avanzar con la extensión de su soberanía en Judea y Samaria.
Durante su mandato anterior, Trump satisfizo a Jerusalén al reconocer la soberanía israelí en los Altos del Golán, trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén y negociar acuerdos de paz con varios países árabes. Sin embargo, los planes de anexión de Judea y Samaria se detuvieron como parte de esos acuerdos de paz.