El miércoles, Turquía y Rusia acordaron seguir presionando por un cese al fuego en Libia, pero Ankara anunció que el líder de las fuerzas orientales no era legítimo y que sus fuerzas deben retirarse de las posiciones clave para que surja cualquier acuerdo creíble.
Los dos países son los principales agentes de poder en el conflicto de Libia, donde apoyan a los bandos opuestos. Rusia apoya a las fuerzas orientales de Khalifa Haftar, mientras que Turquía ha ayudado al Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) con sede en Trípoli a repeler el intento de Haftar de asaltar la capital.
“Acabamos de llegar a un acuerdo con Rusia para trabajar en un alto el fuego creíble y sostenible en Libia”, informó a Reuters el principal asesor de seguridad del presidente Tayyip Erdogan, Ibrahim Kalin.
Kalin señaló que cualquier acuerdo debe basarse en el retorno a lo que él mencionó que eran las líneas de frente libias en el 2015, exigiendo que las fuerzas de Haftar se retiren de la ciudad mediterránea de Sirte, puerta de entrada a los yacimientos petrolíferos del este de Libia, y de Jufra, una base aérea cerca del centro del país.
“Para que el alto al fuego sea sostenible, Jufra y Sirte deben ser evacuadas por las fuerzas de Haftar”, delcaró Kalin a Reuters en una entrevista en el palacio presidencial de Ankara.
Estados Unidos ha manifestado que Moscú ha enviado aviones de guerra a Jufra a través de Siria para apoyar a los mercenarios rusos que luchan junto al Ejército Nacional Libio (LNA) de Haftar. Tanto Moscú como el LNA lo niegan.
Egipto, que también apoya al LNA, ha amenazado con enviar tropas a la vecina Libia si el GNA y las fuerzas turcas intentan apoderarse de Sirte. El domingo, el parlamento egipcio dio luz verde a una posible intervención militar.
Kalin indicó que cualquier despliegue egipcio en Libia obstaculizaría los esfuerzos para poner fin a los combates y sería arriesgado para El Cairo: “Creo que será una aventura militar peligrosa para Egipto”.
El acuerdo conjunto del miércoles entre Turquía y Rusia sobre sus esfuerzos de cese al fuego incluyó un llamado a medidas para permitir el acceso humanitario a los necesitados y esfuerzos para promover el diálogo político entre las partes rivales de Libia.
Pero Kalin explicó que Haftar había violado acuerdos previos de cese al fuego y no era un socio confiable, sugiriendo que otras figuras en el este deberían jugar un papel.
“No tomamos (a Haftar) como un actor legítimo de todos modos”, reafirmó. “Pero hay otro parlamento en Tobruk. Hay otros actores en Bengasi. Las negociaciones deberán tener lugar entre ellos”.
El propio LNA ha enviado combatientes y armas para reforzar su defensa de Sirte, ya maltratada en fases anteriores de la guerra y el caos desde la revolución del 2011 contra el autócrata de larga data Muammar Gaddafi.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia menciona que apoya un alto al fuego y las conversaciones políticas que culminen en un gobierno unido. Rusia ha recibido delegaciones de alto nivel de ambos lados del conflicto libio en Moscú y trató y no logró que Haftar firmara un acuerdo de alto al fuego.