El acuerdo de Turquía para comprar sistemas de defensa de misiles S-400 de Rusia no tuvo “nada que ver” con la seguridad de los Estados Unidos, dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan el sábado después de una advertencia del Pentágono.
Hablaba un día después de que Washington advirtiera a Ankara de “graves consecuencias” en caso de que el acuerdo continúe.
“Está muy claro por qué Turquía ha comprado este sistema de defensa aérea, bajo qué condiciones los ha comprado y cómo se utilizará”, dijo Erdogan en la ciudad de Diyarbakir, en el sureste del país.
“Todo el mundo sabe que este problema no tiene nada que ver con la OTAN, el proyecto F-35 y la seguridad de los EE. UU.”, dijo durante el discurso televisado.
El “tema no fue sobre los S-400” sino sobre Turquía “tomando acciones por su propia cuenta”, especialmente en Siria, agregó.
El impulso de Ankara para comprar los sistemas de Moscú ha causado tensiones con su aliado de la OTAN, ya que Washington ha planteado dudas sobre la compatibilidad del equipo con los sistemas de armas establecidos de la alianza.
EE. UU. cree que la venta de S-400 es parte de los esfuerzos rusos para interrumpir la alianza en medio de la preocupación occidental por la creciente relación de Erdogan con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Charlie Summers, dijo el viernes que habrá “graves consecuencias” para Turquía si se sigue adelante con el acuerdo.
Turquía advirtió que retendría los aviones de combate F-35 o los misiles US Patriot aprobados para su venta a Ankara en diciembre por 3.500 millones de dólares.
Pero Erdogan ha insistido en que Turquía no cancelará sus planes para comprar los misiles.
Erdogan y Putin han estado trabajando estrechamente para asegurar una solución política a la guerra de Siria bajo el proceso de Astana con Irán.
Mientras tanto, los lazos entre Washington y Ankara se han visto afectados por múltiples problemas, entre ellos la omisión de Estados Unidos para extraditar al predicador musulmán con sede en Pensilvania, Fethullah Gulen.
Turquía acusa a Gulen de haber ordenado el golpe de estado fallido de 2016, que él niega.
Las relaciones también se han tensado por el apoyo de los Estados Unidos a una milicia kurda en Siria, que Ankara considera como una “rama terrorista” de los insurgentes kurdos dentro de Turquía.
Washington entregó los primeros F-35 a Turquía en junio del año pasado, pero otros aviones permanecen en los EE. UU. mientras sus pilotos turcos se entrenan, un proceso que el Pentágono dice que podría tomar dos años.