En las últimas semanas, Rusia ha reforzado a los militantes en el Donbas y está reclutando activamente a mercenarios que, tras recibir un entrenamiento intensivo, son enviados a las “repúblicas populares” no reconocidas de Donetsk y Luhansk (DPR y LPR), ha declarado la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano.
“Desde principios de enero, Rusia ha entregado secretamente a la DPR y a la LPR por transporte ferroviario y por carretera más de 7.000 toneladas de combustible, varios tanques y unidades de artillería autopropulsada, otras armas y municiones, incluyendo munición para sistemas de artillería y morteros. Rusia también ha establecido en su territorio una red de centros de reclutamiento de mercenarios que son enviados al Donbas”, dice la declaración de la Dirección Principal de Inteligencia.
Al mismo tiempo, las autoridades si las repúblicas escindidas afirman que Ucrania ha transferido ocho sistemas de lanzacohetes múltiples Smerch y Uragan al Donbas. La RPD dijo que Kiev se está preparando para “desatar hostilidades activas” en la región, y el ejército ucraniano está preparando “actos de sabotaje cerca de la línea de demarcación”.
Anteriormente, el portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov, dijo que ahora Ucrania “está siendo bombeada con armas”. A principios de enero, la cadena de televisión estadounidense CNN informó de que la Casa Blanca había aprobado un paquete de ayuda militar de 200 millones de dólares para Ucrania, que incluye la entrega de sistemas de radar y equipos navales.
Rusia ha acumulado más de 100.000 soldados en la frontera de Ucrania. Occidente cree que Moscú tiene la intención de invadir Ucrania y ha amenazado a Rusia con sanciones sin precedentes en caso de tal invasión. El Kremlin niega estar preparándose para la guerra y, por su parte, exige a la OTAN garantías de que Ucrania no será aceptada en la Alianza. La OTAN y Estados Unidos consideran inaceptable la exigencia de Moscú.