Janez Lenarcic, responsable de ayuda humanitaria de la Unión Europea, ha indicado que no ha recibido pruebas concluyentes de Israel que vinculen al personal del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en la Franja de Gaza (UNRWA) con los asesinatos masivos perpetrados por Hamás el 7 de octubre, en los que murieron 1.200 israelíes.
Las graves acusaciones llevaron a la UNRWA a despedir a los empleados implicados, aunque Lenarcic subraya la necesidad de que la agencia siga desempeñando su papel esencial en Gaza.
Estados Unidos, principal financiador de la UNRWA, junto con otros donantes, suspendió su financiación tras las acusaciones, lo que arroja dudas sobre la viabilidad futura de la agencia. El director de la UNRWA ha expresado un cauto optimismo sobre la posible reanudación de la ayuda financiera, a pesar de los retos que plantea la oposición en el Congreso de Estados Unidos a la continuación de la financiación.
La Comisión Ejecutiva de la UE, secundaria solo por detrás de EE.UU. en cuanto a financiación de la UNRWA, anunció una aportación de 50 millones de euros, reteniendo 32 millones mientras se examinan las acusaciones israelíes. Lenarcic ha señalado que, que él sepa, ni él ni otros donantes han recibido pruebas de Israel.
Lenarcic argumenta que, incluso si se confirmaran las acusaciones, ello no implicaría automáticamente una responsabilidad colectiva para La UNRWA, abogando por una responsabilidad individualizada en lugar de una penalización general.
Destaca las medidas inmediatas y eficaces adoptadas por la UNRWA en respuesta a las acusaciones, incluidas las investigaciones y revisiones internas, y reafirma el papel indispensable de la agencia en la prestación de asistencia y apoyo logístico en Gaza.