Un tanque ruso derribó el martes un auto en Kharkiv con una familia con dos niños a bordo, matando a dos adultos y un niño.
En Sumy, las fuerzas rusas dispararon contra pensionistas que iban en bicicleta al hospital. Una mujer de 59 años murió y su marido resultó herido.
Una de las principales prioridades de Rusia es tomar el control de la capital ucraniana, Kiev, pero intentarlo es un “suicidio”, declaró el martes en una entrevista televisada el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych.
También dijo que las hostilidades activas entre Ucrania y Rusia podrían terminar en 2-3 semanas.
Preocupación en Boryspil
El alcalde de la ciudad ucraniana de Boryspil, cercana al aeropuerto internacional de Boryspil, aconsejó el martes a los civiles que abandonen la ciudad si pueden debido a los combates que se libran en sus proximidades.
El alcalde, Volodymyr Borysenko, dijo en un discurso por vídeo que había combates en la región de Kiev, donde se encuentra Boryspil.
“No hay necesidad de estar en la ciudad ahora ya que hay combates en los alrededores. Pido a la población civil que sea inteligente, que se ponga en contacto con nuestro centro de llamadas y que abandone la ciudad en cuanto se presente la oportunidad”, dijo.
Más muertes mientras la guerra continúa
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirma que hasta ahora han muerto 902 civiles y otros 1.459 han resultado heridos en la guerra de Ucrania. La oficina advirtió que la cifra real es probablemente “considerablemente mayor”.
Esas víctimas se produjeron entre el 24 de febrero, cuando Rusia invadió Ucrania, y el sábado a medianoche, hora local, mientras los militares rusos seguían bombardeando y asaltando ciudades.
El número de ucranianos que huyen al extranjero asciende ya a 3.528.346, según informó el martes la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con más de dos millones cruzando la frontera con Polonia.