El Senado de EE.UU. confirmó el martes el nombramiento de Wendy Sherman, una de las principales negociadoras de EE.UU. para el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, como subsecretaria de Estado.
La nominación de Wendy Sherman para convertirse en la número dos de Anthony Blinken fue aprobada por 56 votos a favor y 42 en contra, y se produce en un momento de crecientes tensiones entre Israel e Irán, y de renovadas conversaciones entre Washington e Irán para reanudar el acuerdo nuclear.
Actualmente es consejera senior en Albright Stonebridge Group y profesora de liderazgo público y directora del Centro de Liderazgo Público en la Harvard Kennedy School, Wendy Sherman fue subsecretaria de Asuntos Políticos en la administración Obama de 2011 a 2015.
Inicialmente era la favorita para convertirse en la embajadora de Biden en la ONU, un puesto que él acabó cediendo a la veterana diplomática y ex subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos Linda Thomas-Greenfield.
Trabajando con el entonces subsecretario de Estado Blinken, Sherman fue una de las principales artífices del acuerdo nuclear con Irán, lo que la expuso a las críticas de parte del establishment pro-israelí de Washington.
Invocando su propio judaísmo, ha descrito la disconformidad de la comunidad judía estadounidense con el acuerdo multilateral como la parte más “dolorosa” de sus esfuerzos por sacar adelante el acuerdo.
Wendy Sherman comenzó su carrera política trabajando como jefa de gabinete de la entonces congresista Barbara Mikulski, una destacada voz pro-Israel en el Capitolio hasta su retiro en 2017.
Volverá al Departamento de Estado con Irán como prioridad en la agenda.
La Casa Blanca dijo el martes que sigue comprometida con las negociaciones nucleares con Teherán a pesar de la declaración “provocativa” de la República Islámica de que aumentará el enriquecimiento de uranio, en medio de las altas tensiones en Oriente Medio y los supuestos ataques de titulación entre Israel e Irán.
“Estamos ciertamente preocupados por estos anuncios provocativos”, dijo a los periodistas la secretaria de prensa de Biden, Jen Psaki.
“Creemos que la vía diplomática es el único camino a seguir y que mantener una discusión, aunque sea indirecta, es la mejor manera de llegar a una resolución”, añadió.
La reunión se produjo en un momento en el que una oleada de escaladas en Irán y en el mar amenazaba con hacer descarrilar las conversaciones en curso destinadas a rescatar el acuerdo nuclear iraní de 2015. El gobierno de Biden inició la semana pasada conversaciones indirectas con Irán sobre el acuerdo.
Las conversaciones en Viena iban a reanudarse el miércoles, pero el embajador de Rusia ante la ONU dijo que se habían pospuesto un día. Rusia es signataria del acuerdo.
El martes, Irán dijo que estaba intensificando el enriquecimiento de uranio hasta un 60 por ciento sin precedentes e instalando nuevas centrifugadoras en respuesta al ataque del domingo a su instalación nuclear de Natanz, del que ha culpado a Israel. Washington ha negado cualquier implicación. El paso del 60% acercará a Irán al umbral del 90% de pureza para uso militar y acortará su posible “tiempo de ruptura” para construir una bomba atómica.