Los expertos de la ONU alertan sobre el aumento de la represión en Irán desde la guerra de 12 días con Israel en junio, documentando más de 21.000 detenciones y abusos contra minorías y periodistas.
“Desde marzo de este año, hemos documentado un mayor deterioro de la situación de los derechos humanos en Irán”, afirma Sara Hossain, jefa de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Islámica de Irán, creada por el Consejo de Derechos Humanos en 2022.
“Los ataques aéreos de Israel en territorio iraní y la posterior represión interna de las autoridades iraníes restringieron aún más el espacio cívico, socavaron el debido proceso y erosionaron el respeto por el derecho a la vida”, añade Hossain.
Respecto a los 21.000 arrestos durante la guerra, Hossain explica que el régimen iraní dirigió su ofensiva contra amplios sectores de la sociedad civil, entre ellos “abogados, defensores de los derechos humanos, periodistas e incluso usuarios de redes sociales que simplemente publicaron contenido relacionado con las hostilidades”.
Irán incrementó además las ejecuciones, superando las 1.200 en 2025, por encima del total de 2024, el más alto desde 2015. “Hay fuertes indicios de que el gobierno de Irán continúa implementando sistemáticamente la pena de muerte de maneras que contravienen el derecho internacional de los derechos humanos”, sostiene Hossain.
La misión constató una represión intensificada contra minorías étnicas y religiosas, con “más de 330 kurdos y un gran número de árabes” arrestados y “cientos de miles de afganos” deportados. Hossain afirma que los bahá’ís fueron acusados de ser “espías sionistas”, sufriendo redadas y confiscaciones.
El informe indica que el gobierno bloquea tarjetas SIM de periodistas y que la represión mediática “no se limita a las fronteras de Irán”. También analizó los ataques israelíes contra la prisión de Evin.
“Nuestra investigación preliminar indica que los ataques aéreos israelíes alcanzaron edificios civiles en el complejo penitenciario, que no constituyen objetivos militares legítimos, y que los ataques contra estos edificios probablemente fueron intencionales”, dice Hossain, quien añade que las autoridades iraníes no protegieron adecuadamente a los detenidos.
