BERLÍN – El gobierno alemán comunicó el viernes que suspende formalmente los créditos a la exportación y las garantías de inversión para las empresas en Irán a raíz de la represión de las protestas por parte de las autoridades.
El Ministerio de Economía dijo que también ha suspendido otros “formatos económicos”, incluido un diálogo sobre cuestiones energéticas, en vista de “la gravísima situación en Irán”.
Las garantías de crédito a la exportación protegen a las empresas alemanas de las pérdidas cuando no se pagan las exportaciones. Las garantías de inversión se conceden para proteger las inversiones directas de empresas alemanas del riesgo político en los países donde se realizan.
El ministerio dijo que el uso de esos instrumentos para proyectos en Irán estuvo suspendido durante décadas hasta que hubo una “breve fase de apertura” a partir de 2016 como resultado del acuerdo de Irán con las potencias mundiales, incluida Alemania, sobre su programa nuclear. Señaló que en ese periodo se concedieron o ampliaron garantías para unos pocos proyectos, pero no ha habido ninguna nueva desde 2019.
El Gobierno alemán ha decidido ahora “suspender completamente” las garantías, añadió, y solo se pueden conceder exenciones si hay razones humanitarias sólidas. El comercio germano-iraní ascendió a 1.760 millones de euros (casi 1.900 millones de dólares) en 2021 y a 1.490 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, según el Ministerio.
En septiembre estallaron protestas en todo el país tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, detenida por la policía de moralidad por violar supuestamente el estricto código de vestimenta iraní para las mujeres. Desde entonces se han transformado en llamamientos al derrocamiento de los clérigos que gobiernan Irán. Las autoridades han intentado sofocar las manifestaciones y aumentar la presión sobre los críticos.
Desde que comenzaron las protestas, Estados Unidos y la Unión Europea impusieron sanciones adicionales a Irán por su brutal trato a los manifestantes y su decisión de enviar cientos de aviones no tripulados a Rusia para su guerra en Ucrania. Alemania impulsó el mes pasado una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que se votó condenar la represión y crear una misión independiente de investigación.