Un comandante militar iraní murió el viernes a causa de las heridas sufridas en los enfrentamientos con manifestantes armados en la ciudad de Zahedan, en el sureste del país, según informaron los medios de comunicación iraníes el sábado por la mañana.
Según la televisión estatal iraní, “individuos armados no identificados” abrieron fuego contra una comisaría de la ciudad. Diecinueve iraníes, entre ellos el comandante y otras fuerzas de seguridad, murieron.
El comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) fue identificado como Ali Mousavi, jefe de la unidad de inteligencia en Sistán-Baluchistán, una región que había albergado una insurgencia durante muchos años.
En Zahedan también se han publicado en los últimos días imágenes en las redes sociales que parecen mostrar a las fuerzas de la República Islámica masacrando a los manifestantes con munición real.
La noticia de la muerte de Musavi se produjo mientras continúan las protestas por el asesinato de Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la “policía de la moral” iraní, y el régimen parece estar recurriendo al uso de más fuerza contra los manifestantes.
Amini fue detenida el mes pasado en Teherán por “vestimenta inadecuada” por la policía de la moral, que hace cumplir el estricto código de vestimenta de la República Islámica para las mujeres.