Austrian Airlines anunció la suspensión de todos sus vuelos desde Viena a Teherán hasta el 18 de abril, debido a la creciente tensión en la región.
Esta decisión marca a la aerolínea como la última de Europa occidental en volar a Irán, superando a su matriz alemana, Lufthansa, en duración de operaciones.
La ubicación geográfica de Viena había permitido a la aerolínea una mayor flexibilidad para cancelar vuelos o evitar pernoctaciones de su personal en Teherán.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria también ha recomendado a sus ciudadanos que abandonen Irán, siguiendo pasos similares tomados por Alemania.
En un comunicado, Austrian Airlines afirmó: “Las rutas que atraviesan el espacio aéreo iraní también se modificarán. La seguridad de nuestros pasajeros y tripulaciones tiene la máxima prioridad”.