En declaraciones ofrecidas en el Hotel Rey David de Jerusalén junto con el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro Naftali Bennett dice que él y Scholz se reunieron esa mañana para discutir la guerra en curso en Ucrania, las conversaciones nucleares de Irán en Viena y el establecimiento de una nueva asociación estratégica.
Dirigiéndose a su homólogo alemán, Bennett dice: “También tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que Irán no tenga armas nucleares, y de que no haya ninguna posibilidad de que adquiera armas nucleares, no bajo nuestra mirada, y nunca”, en consonancia con la opinión que tiene Israel desde hace tiempo de que el Irán nuclear es una de sus mayores amenazas para la seguridad.
“Seguimos con preocupación las conversaciones de Viena, y la posibilidad de que se firme un acuerdo que permita a Irán instalar centrifugadoras a gran escala en pocos años no es aceptable para nosotros”.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Bennett expresa su apoyo a los civiles, pero no se refiere a la ayuda militar, cuyas peticiones Israel ha negado anteriormente.
“Israel está al lado del pueblo ucraniano”, dice Bennett, señalando que Israel envió el lunes y el martes 100 toneladas de ayuda humanitaria a Ucrania. “Estamos dedicados a seguir [apoyando al pueblo ucraniano] y a hacer más”.
Sin embargo, Bennett declinó responder a las preguntas sobre si Israel cambiaría su decisión de no enviar ayuda militar a Ucrania.
Israel está caminando en la cuerda floja en su política hacia Ucrania, profesando su apoyo a este país al tiempo que se esfuerza por mantener buenas relaciones con Rusia, que tiene presencia militar en el vecino del norte de Israel, Siria.
Centrándose en la relación germano-israelí, Bennett dice que él y Scholz están forjando nuevas alianzas, además de agradecer a Scholz que insistiera en su visita a Yad Vashem antes.
“Me complace informar que hoy el canciller y yo hemos acordado la creación de una nueva cooperación estratégica entre Alemania y el Estado de Israel”, dice Bennett. “Es el formato de un diálogo que se producirá dos veces al año, sobre cuestiones de seguridad y de Estado”.
A pesar de la corta visita de Scholz, Bennett dice que el canciller “insistió en que la visita a Yad Vashem [se haría en su totalidad]. Y pude ver que su mente estaba allí, así como su corazón”.
El canciller alemán llegó anoche a Israel y partirá hoy mismo.