Los últimos trabajadores de la embajada iraní en Tirana abandonaron el jueves las instalaciones después de que se les diera 24 horas para abandonar Albania por un gran ciberataque que el gobierno albanés achaca a Irán.
Es la primera vez que un país rompe sus vínculos en respuesta a un ciberataque.
Tras una noche ajetreada en el interior de la embajada, los dos últimos coches, en los que viajaban unas diez personas, abandonaron el complejo el jueves hacia el mediodía.
Inmediatamente después de la salida de los iraníes, se pudo ver a las fuerzas especiales de la policía y a los policías de Albania rodeando el complejo, en el que todavía ondeaba la bandera iraní.
Durante toda la noche anterior hubo una actividad constante dentro de los muros de la embajada iraní en Tirana. En el interior del complejo, se llevó un barril vacío y se le prendió fuego, quizá con documentación confidencial en su interior. Un coche diplomático entraba y salía, mientras un policía albanés conferenciaba con la embajada antes de que llegaran dos agentes y se marcharan al cabo de unos minutos.
Los servicios digitales y los sitios web del gobierno albanés quedaron temporalmente fuera de servicio el 15 de julio debido a un ciberataque. El primer ministro Edi Rama afirmó el miércoles que había “pruebas innegables” de que el gobierno iraní estaba detrás del ataque.
Estados Unidos respaldó la decisión de Albania, miembro de la OTAN, y amenazó a Irán con “un preocupante precedente para el ciberespacio”.
La televisión estatal iraní dijo que el gobierno iraní criticó la expulsión de los embajadores.
Los sitios web del gobierno albanés fueron atacados, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní dijo en un comunicado que Teherán no era responsable y que el propio Irán es un objetivo frecuente de los ciberataques.
Los lazos entre Irán y Albania han sido estrechos desde 2014, cuando Albania albergó a unos 3.000 miembros del grupo disidente iraní Muyahidín-e-Jalq, o MEK, que habían salido de Irak.
Se suponía que los legisladores estadounidenses iban a asistir a la Cumbre Mundial por un Irán Libre que el MEK había planeado organizar en Manez, al oeste de Tirana, en julio. Esta reunión se canceló “por exceso de precaución” debido a las amenazas y complots terroristas.
En dos casos diferentes, en 2020 y 2018, Tirana destituyó a cuatro embajadores iraníes por “amenazar la seguridad nacional”.